Los tres rehenes de Hamás que el Ejército de Israel reconoció haber matado por error durante una operación en Ciudad de Gaza llevaban una bandera blanca y uno de ellos estaba pidiendo ayuda en hebreo, según ha hecho saber el Mando Sur del Ejército en su investigación preliminar. Además, añaden que los militares implicados no respetaron las reglas básicas del conflicto armado.
De acuerdo con esta información, que recogen el diario 'Times of Israel' y el portal de noticias Walla, el incidente comenzó cuando un militar israelí identificó a tres "personas sospechosas" que estaban saliendo de un edificio del barrio de Shejaiya. Todos iban con el torso desnudo y uno de ellos portaba una bandera blanca improvisada.
El militar abrió fuego inmediatamente contra el grupo al grito de "¡terroristas!" para avisar a sus compañeros al creer que estaban siendo víctimas de una trampa. Dos de los rehenes fallecieron tiroteados en el acto.
El tercero, herido, regresó al edificio y los militares comenzaron a escuchar reclamos de "¡socorro!" en hebreo. Pese a ello, cuando el rehén volvió a salir del edificio, fue finalmente abatido por un segundo soldado.
Las primeras investigaciones consideran que los dos militares actuaron en contra de los protocolos de combate, según un oficial del Mando Sur del Ejército, antes de apuntar circunstancias "atenuantes" como el hecho de que las fuerzas en Gaza llevan días sin ver civiles palestinos y que las únicas personas que ven de civil suelen ser milicianos de Hamás, que se presentan como desarmados mientras camaradas ocultos abren fuego contra los soldados.
El Mando Sur también desvela que los militares se encontraron, cerca del lugar un incidente, una pintada en un edificio con la frase "socorro, tres rehenes", pero ha evitado confirmar si tenía alguna relación con lo ocurrido.
Este incidente tiene lugar en medio de las críticas recibidas por el Ejército israelí a raíz de otro suceso similar, la muerte a tiros de un expolicía durante un atentado de Hamás en Jerusalén. Yuval Castleman, que había contribuido a desbaratar el atentado, falleció por los disparos efectuados por un militar a pesar de que se encontraba desarmado e identificándose en hebreo.
El portavoz de Seguridad Nacional del Gobierno de Estados Unidos, John Kirby, ha manifestado que la muerte de los tres rehenes de Hamás es una noticia "trágica" y "desgarradora".
En una rueda de prensa desde la Casa Blanca, Kirby ha defendido la necesidad de continuar las conversaciones con sus homólogos israelíes, "en particular con las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), sobre cómo ser precisos, cuidadosos, cautelosos, específicos y, una vez más, conscientes de la carga de asegurarse de que no maten a civiles inocentes".
Una categoría que, ha matizado, incluye a los periodistas como Samer Abu Daka, trabajador de Al Yazira por el que ha mostrado su "más sentido pésame".
"Los periodistas deben poder tener la libertad de cubrir conflictos en todo el mundo; cubrir cualquier cosa, pero sobre todo cubrir conflictos. Y bajo ningún concepto es aceptable atacarlos deliberadamente, porque realizan un trabajo vital y peligroso. Y ese es un principio que vamos a seguir respetando y dejando claro", ha sentenciado el portavoz.
A este respecto, Kirby ha puntualizado que las últimas conversaciones con las autoridades israelíes sobre la posibilidad de rebajar la intensidad de las operaciones militares en la Franja de Gaza han sido "constructivas", según la cadena ABC News.
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