Cuatro niños han sido asesinados a sangre fría en Ecuador. El más pequeño tenía solo seis meses. El país está conmocionado. Han sido asesinados por unos sicarios en Guayaquil, por error.
Los sicarios se equivocaron de casa. Irrumpieron por la noche acribillando a balazos a la familia hasta acabar con la vida de los cuatro pequeños, de entre seis meses y siete años.
También dispararon a los padres. La madre llegó con vida al hospital pero también ha muerto.
Este no es un caso aislado. Preocupa y mucho el repunte de violencia en Ecuador, que se ha convertido en el segundo país más peligroso de América Latina después de El Salvador.
En agosto asesinaron a tiros a candidato a la presidencia, Fernando Villavicencio. El crimen organizado campa a sus anchas. Los carteles mexicanos se disputan el control del narcotráfico en Ecuador.
Guayaquil junto con Samborondón y Durán, ciudades de la llamada zona ocho, registran el mayor número de muertes violentas con 2.500 en lo que va de 2023, según cifras policiales.
El presidente Daniel Noboa no lleva ni un mes de mandato. Lo tiene difícil para devolver la seguridad a los ecuatorianos. Los periodistas y los medios de comunicación se han convertido en blanco de la violencia organizada.
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