Después de pasar 19 años en la cárcel por un homicidio que no cometió, un hombre de 35 años fue puesto en libertad el lunes, gracias a una decisión judicial que invalidó las pruebas de los testigos que lo habían incriminado por su baja fiabilidad.
Marvin Haynes, que tenía solo 16 años cuando ocurrió el asesinato de Randy Sherer, de 55 años, en una floristería de Minneapolis durante un atraco en 2004, recuperó su libertad cuando un juez determinó que las pruebas de los testigos que lo señalaron eran poco confiables en su juicio en 2005.
La Fiscalía del Condado de Hennepin estuvo de acuerdo con la defensa en que Haynes había probado ante el tribunal que la utilización de pruebas inestables violaba sus derechos constitucionales. Mary Moriarty, fiscal del condado, calificó el caso de Haynes como una “terrible injusticia”, enfatizando que la condena se basó principalmente en la identificación de testigos, sin pruebas forenses como huellas dactilares o ADN, ni evidencia de video que lo relacionara con el crimen.
Haynes, al abandonar la prisión, expresó su gratitud a quienes lo respaldaron y declaró su inocencia ante los periodistas. Moriarty reconoció el daño causado a Haynes, su familia, la familia de la víctima y la comunidad, indicando que alrededor del 28% de los casos a nivel nacional con condenas revocadas involucran problemas con la identificación de testigos.
El juez William Koch, quien presidió una audiencia probatoria de dos días sobre el caso, afirmó que, sin las pruebas de los testigos presenciales, era dudoso que hubiera habido suficientes pruebas para sostener la condena. Koch desechó todos los cargos con prejuicio, lo que significa que no pueden volver a presentarse.
El juez también resaltó discrepancias entre la descripción física proporcionada por el testigo principal y Haynes, señalando diferencias significativas en edad, peso, estatura y longitud del cabello. Además, halló problemas en la forma en que se realizaron las fotografías de los sospechosos, incluyendo una identificación equivocada inicial que llevó a la utilización de una foto antigua en otra alineación.
Durante la audiencia, Haynes sostuvo su inocencia, respaldado por el testimonio de cuatro de sus hermanas, quienes testificaron que estaba en casa durmiendo poco antes del asesinato.
Los abogados del Innocence Project, que representaron a Haynes, celebraron su liberación y agradecieron a la Fiscalía del Condado de Hennepin por reconocer la solidez del reclamo y rectificar el error del pasado. Moriarty lamentó las oportunidades perdidas por Haynes durante más de la mitad de su vida en prisión y subrayó la importancia de admitir y corregir errores para buscar la justicia.
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