Durante la Cumbre Climática COP28 en Dubái, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, presentó su plan para Gaza tras el aumento de la intensidad de los ataques perpetrados por Israel en esta región. Harris, que representaba al presidente Joe Biden, declaró que Estados Unidos se opondrá a cualquier intento de desplazar a los palestinos por la fuerza, asediar Gaza o alterar sus fronteras.
Harris mantuvo conversaciones con el presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sissi, y le transmitió que, después del conflicto, la reconstrucción debe basarse en un marco político claro para los palestinos. Esto significa trabajar hacia un Estado palestino propio, dirigido por una Autoridad Palestina "fortalecida" y con el apoyo de la comunidad internacional y los países vecinos, según la Casa Blanca.
La vicepresidenta enfatizó que Hamás no puede seguir gobernando Gaza, ya que esto pondría en peligro "la seguridad de Israel", el bienestar de los palestinos y la estabilidad de la región.
También se trató el tema de la Autoridad Palestina, que cuenta con el respaldo de Occidente, y se exploró la posibilidad de extender su influencia a Gaza. No obstante, todavía no hay un plan concreto, y persisten algunas incertidumbres sobre la capacidad de la Autoridad Palestina para asumir el control de Gaza tras el conflicto.
En un plano más general, el papel de Kamala Harris en el gobierno está siendo cuestionado, ya que tiene que hacer frente a desafíos internos que abarcan desde la migración hasta los derechos humanos como el aborto en el país. La gestión pragmática de la situación en Gaza después del conflicto es un asunto que ha "confundido" a los líderes y expertos de Oriente Medio.
Harris también se reunió con los líderes de los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, expresando el interés de Estados Unidos en lograr un alto el fuego temporal para facilitar la liberación de los rehenes en Gaza y garantizar un flujo constante de ayuda humanitaria, según detalla el medio Voz de América.