El miércoles 1 de noviembre, Jack Ramírez, un joven de 23 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza en la localidad colombiana de Barranquilla por unos ladrones que buscaban robarle el coche. Durante su funeral el pasado sábado en el Cementerio Jardines de la Eternidad, la madre de la víctima, Zamara Comas, subió a su cuenta de Instagram una foto del perro del joven, Orión, al pie del ataúd.
“Se bajó del carro directo al salón donde estaba mi chiquito y enseguida se subió al ataúd a olerlo. Era como si supiera que estaba ahí. Él lo esperaba en la puerta todos los días y queríamos que lo despidiera de alguna forma para que no lo esperara”, escribió en redes la madre de Jack.
El asesinato de Jack Ramírez fue captado por las cámaras de seguridad de la zona. Los delincuentes golpearon deliberadamente su coche y, cuando salió de él para ver qué había ocurrido, le apuntaron con una pistola. Ramírez, al percatarse, huyó hacia su coche y recibió un disparo en la cabeza.
La novia del joven se bajó del vehículo y salió huyendo. Posteriormente, los asesinos se llevaron el vehículo de Ramírez, dejando el cuerpo de la víctima tendido en el suelo de la calle, según informa el diario El Tiempo.
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