Imputan por asesinato a un segundo detenido por el atentado de Bruselas donde hubo dos muertos

La Fiscalía federal belga ha informado que una segunda persona ha sido imputada en relación con el atentado de Bruselas del 16 de octubre y que dejó dos muertos. Se trataba de dos aficionados suecos que iban a ver un partido de fútbol. El asaltante -que fue abatido por la Policía al día siguiente- dijo que actuaba en nombre del Estado Islámico.

El segundo detenido, de nacionalidad tunecina, fue detenido por la Policía tras un registro realizado en un barrio bruselense. El hombre fue identificado como Lamjed K. Según el comunicado, el detenido está imputado por asesinato e intento de asesinato.

Quieren aclarar si el fusil está vinculado con el detenido

Los investigadores tratan de aclarar si existe un vínculo entre el fúsil de asalto que utilizó el atacante -para abrir fuego contra tres aficionados suecos- y el detenido. En el atentado murieron dos personas y una tercera resultó herida grave. “El autor del tiroteo iba en moto, vestido con un traje de color naranja, persiguiendo a un taxi con estos dos ciudadanos suecos. Se esperó a que bajaran y cuando bajaron, los tiroteó aquí dentro. Los dos ciudadanos bajaron del taxi, entraron en la recepción de este edificio y con un kalashnikov los mató a sangre fría. Fue luego cuando se dio a la fuga y ha estado toda la noche por la ciudad de Bruselas por paradero desconocido”, explicó Lluís Tovar, corresponsal en Bruselas.

La Fiscalía federal ha declarado que se han llevado a cabo dos registros, cuyo resultado no se ha facilitado, y que han llevado a la detención del sospechoso. Tras prestar declaración ante el juez, fue acusado de "asesinato e intento de asesinato en un contexto terrorista y participación en organización terrorista".

Abdesalem Lassoued, el autor del atentado en Bruselas

Abdesalem Lassoued, abatido por la Policía belga tras asesinar a dos ciudadanos suecos a tiros al grito de ‘Alá es grande’, tenía 45 años, estaba casado y tenía una hija, con quienes vivía en el barrio de Schaarbeek, próximo al centro de Bruselas. Vivía de forma ilegal en el país y había sido condenado por terrorismo en Túnez.

Muy activo en las redes sociales, tras perpetrar el ataque, proclamó su pertenencia al Estado Islámico y se jactó de haber matado a "tres suecos", calificándolos de "infieles". En el discurso reivindicó su acción para "vengar a los musulmanes en nombre de los que vivimos y morimos por nuestra religión". Un día después, fue abatido por la policía tras recibir un disparo en el tórax.