Otra vez un tiroteo masivo en Estados Unidos. Otra vez un hombre armado abriendo fuego indiscriminadamente. Otra vez luto, indignación y duelo. Ha sido Robert Card, un militar en la reserva de 40 años, quien ha matado a 22 personas, dejando a otras 60 heridas en Lewiston, Maine, donde ha sembrado el pánico tras irrumpir en un restaurante, una bolera y una tienda.
El tirador, que además había estado ingresado en un centro de salud mental, cogió su arma y comenzó a disparar provocando la matanza. Después, se marchó del lugar y en estos momentos las autoridades le están buscando.
“Armado y peligroso”, recalcan que está “cazando humanos” y piden a toda la ciudadanía extremar al máximo la precaución, al tiempo en que se han suspendido las clases, se ha pedido a las empresas que cierren y se ha instado a los vecinos de Lewiston, en el estado de Maine, donde se contextualizan los hechos, que no salgan de sus casas.
Robert Card fue instructor de armas y se teme que pueda volver a actuar. De momento, tan solo han encontrado su coche abandonado en Lisbon, a unos 12 kilómetros de los puntos donde abrió fuego.
Tras lo sucedido, las reacciones no han dejado de producirse en las redes sociales, donde el pesar y la consternación se funden con la indignación por el enésimo tiroteo en un país que vive sumido en un continuo debate sobre el uso de las armas.
Maine, específicamente, es conocido por el laxo control sobre ellas, y la magnitud del tiroteo, que ya es considerado el peor del año en Estados Unidos, ha vuelto a poner en el punto de mira a la Segunda Enmienda de su sacrosanta Constitución.
A través de su perfil de ‘X’, red social antes conocida como Twitter, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha sido uno de los que se ha pronunciado para declararse “horrorizado” por el tiroteo y su escalofriante balance de víctimas.
“Horrorizado ante el terrible tiroteo múltiple en el estado de Maine, en EE.UU. Una vez más, la sinrazón y la violencia destrozan la vida de decenas de inocentes. Mi más sincero pésame a sus familias y a toda la sociedad estadounidense”, ha señalado.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, se ha puesto en contacto inmediatamente con la gobernadora de Maine, Janet Mills, con los senadores Angus King y Susan Collins y con el congresista Jared Golde, a los que ha ofrecido "apoyo federal total" para tratar este "horroroso ataque", tal como ha comunicado la Casa Blanca.
Mientras, la organización The Gun Violence Archive (Archivo de la Violencia Armada, en inglés) ha denunciado de que este es el peor tiroteo masivo de 2023 y que se trata del número 565 este año; todo ello entendiendo comomasivo aquel tiroteo en el que al menos cuatro personas resultan heridas, excluyendo al tirador.
La cifra de muertos, además, está muy cerca de los homicidios anuales del estado en 2022, que llegaron a 29, mientras que en 2020 fueron 20, según datos del Departamento de Seguridad Pública.
Desde las redes sociales, múltiples usuarios han vuelto a denunciar lo ocurrido señalando que, pese al eterno debate, nunca se hace nada efectivo y los tiroteos masivos continúan produciéndose una y otra vez en Estados Unidos.