Este domingo ha entrado en la Franja de Gaza un nuevo convoy con 17 camiones con ayuda humanitaria a través del paso de Rafah, lo que supone el segundo día consecutivo de entrada de ayuda a Gaza tras el bloqueo impuesto por Israel en represalia por los ataques de Hamás el 7 de octubre. Por otro lado, en este tiempo el Ministerio de Vivienda de la Franja de Gaza, bajo control de Hamás, ha estimado que unas 164.000 viviendas del enclave, un 42 por ciento aproximadamente del total de "unidades residenciales" del territorio, han quedado "parcial o completamente destruidas".
Los camiones transportan medicamentos, suministros sanitarios y alimentos, ha explicado el responsable para Sinaí Norte de la Media Luna Roja Egipcia, Jhaled Zayed, citado por el diario estatal de noticias 'Al Ahram'.
El envío se realiza en coordinación entre la Media Luna Roja Egipcia y la Media Luna Roja Palestina. Sin embargo, organizaciones humanitarias han alertado de que la ayuda enviada el sábado apenas supone un 3 por ciento de las necesidades diarias de la población gazatí.
En este sentido, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha anunciado de que solo tiene combustible para seguir operando en la Franja de Gaza durante tres días y después tendrá que dejar de prestar ayuda humanitaria.
"En tres días la UNRWA se quedará sin el combustible que necesita para su labor humanitaria", ha explicado el comisario general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, en un comunicado oficial del organismo.
"Sin combustible no habrá agua, no funcionarán los hospitales ni las panaderías. Sin combustible la ayuda no llegará a quienes tanto lo necesitan. Sin combustible no hay ayuda humanitaria", ha resaltado. Sin este combustible "los niños, mujeres y gentes de Gaza estarán aún más estrangulados", ha advertido.
Por otro lado, de acuerdo con el último balance de daños presentado por el Ministerio, los ataques israelíes han "demolido por completo" 5.635 edificios residenciales que comprendían 15.100 "unidades residenciales". Otras 139.000 unidades residenciales se encuentran parcialmente dañadas, de las cuales 10.656 han quedado "inhabitables", de acuerdo con el balance, recogido a su vez por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La OCHA recuerda que, desde el comienzo de los bombardeos israelíes, 1,4 millones de personas se encuentran en condición de desplazados internos dentro de Gaza y que al menos 566.000 están refugiadas en zonas designadas por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA.
Por otro lado, cinco agencias de la ONU han dicho en un comunicado conjunto que la ayuda que ha entrado este sábado en Gaza "es solo un pequeño principio y está lejos de ser suficiente", por lo que han pedido un alto al fuego y un acceso seguro a los civiles para salvar vidas y prevenir más sufrimiento.
"Gaza ya estaba en una situación humanitaria desesperada antes de las recientes hostilidades. Ahora es catastrófica. El mundo tiene que hacer más".
La declaración ha sido emitida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un primer convoy de ayuda humanitaria ha entrado en Gaza este sábado por el cruce de Rafá, el primero desde que comenzaron las hostilidades hace dos semanas, que estaba conformado por 20 camiones con productos de la ONU y la Media Luna egipcia, que incluía latas de atún y tomate, pasta, agua potable y productos médicos.
Esta "primera, pero limitada entrega" abastecerá "una necesidad urgente de los más de cientos de miles de civiles, principalmente mujeres y niños, a los que se les ha cortado el agua, la comida, las medicinas, el combustible y otros esenciales", han dicho las agencias de la ONU, "pero es solo un pequeño principio y está muy lejos de ser suficiente".
El comunicado ha resaltado la "inmensa necesidad" desde el inicio de la crisis entre Israel y Gaza, que comenzó el 7 de octubre después de que milicianos de Hamás lanzaran ataques mortales contra Israel, que respondió con ataques aéreos, un sitio total de Gaza y ordenando a los civiles a que evacuaran la zona norte del enclave.
Más de 1,6 millones de personas están en una situación de necesidad crítica de ayuda humanitaria en Gaza, donde casi la mitad de la población son niños, a parte de un gran número de mujeres embarazadas y personas ancianas.
Además, los constantes bombardeos durante dos semanas han dejado gran parte de la infraestructura civil dañada o destruida, incluidos refugios, centros médicos y sistemas de agua, sanidad y electricidad.
Las agencias han avisado que "el tiempo se está acabando antes de que la mortalidad crezca de manera vertiginosa debido a la propagación de enfermedades y la falta de la capacidad de salud".
Los hospitales de Gaza están "saturados con heridos" y la gente se está enfrentando a retos para acceder a los suministros esenciales de comida. Los centros médicos se han quedado ya sin combustible, mientras que la producción de agua está al cinco por ciento del nivel normal.
"Los suministros humanitarios previamente posicionados ya se han agotado. Las personas vulnerables corren el mayor riesgo y los niños mueren a un ritmo alarmante y se les niega su derecho a protección, alimentación, agua y atención sanitaria", han denunciado.
Antes del conflicto, cerca de un tercio de la población de Palestina estaba en una situación de inseguridad alimentaria, actualmente las tiendas están trabajando con bajas existencias, las panaderías cerrando, mientras que cientos de miles están siendo desplazados sin poder cocinar ni comprar comida.
Las agencias de la ONU han pedido asimismo un alto al fuego, junto a un acceso inmediato y sin restricciones a ayuda humanitaria por todo Gaza para permitir a los trabajadores llegar a los civiles en situaciones de necesidad, salvar vidas y evitar más sufrimiento. "Los flujos de ayuda humanitaria deben ser a escala y sostenidos, y permitir a todos los gazatíes preservar su dignidad".
Han apelado a un acceso sostenido y seguro a agua, comida, salud --incluida la sexual y la reproductiva--, así como combustible, y por la protección de los civiles y sus infraestructuras, incluidos los centros sanitarios.
"Hacemos una llamada por la protección de los trabajadores humanitarios en Gaza que están arriesgando su vida al servicio de otros", ha pedido y han añadido que "hacemos una llamada por el máximo respeto de la ley humanitaria internacional por todas las partes", han concluido.