Del lado israelí, las poblaciones más cercanas a Gaza están siendo las más castigadas. En Ashkelon -Ascalón-, este miércoles han seguido cayendo varios cohetes lanzados por Hamás. La situación es de tensión. La caída de proyectiles es cada vez más frecuente en lo que ya se califica de ciudad fantasma. Se escuchan explosiones, pero también a los caza de combate dirigiéndose a la Franja. En tierra, mientras, se conocen los testimonios escalofriantes que van surgiendo de las zonas de los kibutz sobre las atrocidades ocurridas estos días de conflicto.
Asimismo, se siguen recuperando cadáveres y, de vez en cuando, esporádicos combates entre soldados israelíes y milicianos de Hamás. Ashkelon continúa bajo el sonido de las sirenas y las alarmas. De hecho, una familia fue sorprendida en plena evacuación. Las imágenes del momento son impactantes. Y es que soportaron el bombardeo agachados, a cielo abierto. Uno de los cohetes cayó demasiado cerca y entraron en pánico: "Esto es una masacre".
Ashkelon está a tan solo 20 kilómetros de la franja, es blanco fácil para los cohetes de Hamás, que han destruido varias casas y un centro médico. Un poco más al sur, el Ejército israelí muestra la enorme concentración de tropas con la que prepara la invasión terrestre de Gaza. Hasta 300.000 reservistas aguardan la orden del nuevo Gobierno de unidad nacional en Israel. Aunque el líder de la oposición se ha negado a apoyar la coalición mientras formen parte de ella partidos de extrema derecha.
El principal objetivo del recién creado Gabinete de Guerra de Israel -a iniciativa del primer ministro Benjamín Netanyahu- será vengar a sus víctimas, mientras se multiplican los funerales. También gestionar el futuro de los rehenes: 81 familias como la de Esther tiene a algunos de sus miembros secuestrados. Su hijo y su nieto están en manos de Hamás.
La espiral de violencia llega también a Cisjordania, donde un grupo de colonos israelíes, encapuchados y armados, han irrumpido en una aldea cercana a Nablus. Allí han matado a tiros al menos a cuatro palestinos, entre ellos a una niña de seis años. Una información confirmada por el ministerio de Sanidad palestino y también por la prensa israelí.