“Hola, chicos, llegamos al refugio de nuestra casa. Todos estamos bien”. Fue ese el último mensaje que una madre envío a unos amigos australianos para comunicarles, –ante su inquietud y preocupación por la guerra entre Hamás e Israel–, que ella y su familia habían conseguido refugiarse en su casa en el kibutz de Nir Oz, comuna agrícola israelí. Una hora después no volvieron a contestar más a ningún mensaje. Hamás, según medios locales, les ejecutó a todos.
Tamar, Yonathan ‘Johnny’. Sahar, Arbel y Omer componían la familia de los Kedem; un matrimonio y sus tres hijos menores. Todos fueron víctimas de la masacre, presuntamente perpetrada por Hamás.
“Nuestros corazones están destrozados. Una familia entera fue asesinada por malvados asesinos que dispararon a los niños y a los padres simplemente porque eran judíos. Y esta es sólo una historia entre tantas. Es insoportable”, escribía Yishai Lacob, –uno de los amigos que tenía Tomar Kedem en Sidney, y quien recibió uno de sus últimos mensajes–, en una publicación en Facebook de la que se hace eco Daily Mail.
Sachar y Arbel tenían seis años. Omer, el otro hijo de Tamar y su marido ‘Johnny’, tan solo dos. Todos ellos fueron víctimas de la masacre perpetrada en Nir Oz, una pequeña aldea agrícola con una población de apenas 400 habitantes, situada a apenas tres kilómetros de la Franja de Gaza, donde no dejan de recrudecerse los ataques del Ejército israelí en respuesta a la sorpresiva ofensiva de Hamás.
Muy querida por quienes la conocían, Tamar era un activista social que luchaba por los derechos de las mujeres y trabajaba fervientemente para trabajar en las mejoras sociales de la zona como candidata a las elecciones municipalistas del lugar. Docente dedicada, dejando siempre huella en sus alumnos, quienes la conocen recuerdan que siempre se preocupaba de que las personas menos afortunadas tuvieran las mismas oportunidades; una vocación que le llevaría, en efecto, a embarcarse también en el mundo de la política, tal como se puede leer en la página web que tenía.
En esta última, se presentaba como política independiente, destacando entre los puntos clave en su candidatura para convertirse en jefa del Consejo Regional de Eshkol, en el distrito sur de Israel, el esfuerzo en llegar a cada vecino, la transparencia y la lucha por el bien común.
“Ella fue un ejemplo vivo de estos valores”, recuerda Yishai Laocb, ensalzando todos sus esfuerzos en ese objetivo de mejorar la salud, el empleo, la seguridad y la protección en toda la región.
Tras la tragedia, que no ha dejado de generar conmoción en las redes sociales, sacudidas por los terribles ataques que se están produciendo en el país, el exprimer ministro de Israel, Natali Bennett se ha pronunciado refiriéndose a uno de los últimos selfis de Tamar con su familia: “Mirad sus caras felices, su amor. Han muerto a manos de terroristas palestinos. Solo por ser judíos”, ha lamentado.
En la misma línea, la política Stav Shaffir ha señalado: “Una familia entera se ha ido. Esto tiene que parar. Nunca olvidaremos sus caras”.
Sus muertes se suman ahora a las de más de un millar de víctimas de la guerra, que continúa entre graves ofensivas mientras se multiplican los mensajes de repulsa y condena internacional.