El conflicto entre Israel y la Franja de Gaza amenaza con extenderse. Em estos momentos se investiga el asesinato de dos turistas israelíes en Alejandría a manos de un policía egipcio que ha tiroteado un autobús en el que había ciudadanos judíos.
"Para los israelíes esto es su propio 11S", advierte Henrique Cymerman, un periodista que ye lleva muchas décadas de corresponsal en oriente próximo. "Después de nueve meses de división interna en Israel, en torno a la política interna judicial, vemos hoy una unión total y los israelíes dicen que derecha, izquierda y centro van a reaccionar de una forma sin precedentes":
Desde Líbano, la milicia chií de Hizbullah se ha sumado al conflicto desde los Altos del Golán en solidaridad, dicen en un comunicado, con la resistencia palestina. Ataques a infraestructuras en el norte y contraofensiva vía drones del ejército israelí sobre posiciones libanesas.
"Estamos entrando en una guerra larga y difícil", ha asegurado el primer ministro, Benjamin Netanyahu. El israelí habla de una masacre sin precedentes en Israel, ante la que su ejército empleará, advierte, todas sus fuerzas para destruir las capacidades militares y gubernamentales de Hamás.
El líder de esta facción islámica, Ismail Haniyeh, por su parte, desde Turquía, asegura que esta batalla, celebrada así al verla por televisión, no es sólo por Palestina, sino por todas las naciones árabes. Y amenaza con extender el conflicto a Cisjordania y Jerusalén. En el último año, con un Netanyahu debilitado internamente por su reforma judicial tildada de antidemocrática, se estima que se habrían multiplicado las reuniones entre Hamás, Yihad Islámica, Hizbullah e Irán.