Los israelíes saben qué hacer en caso de ataque en el país tras décadas de conflicto

Cisjordania e Israel viven su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada tras la declaración del estado de guerra. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ya ha advertido de que no habrá “tregua” tras el ataque masivo con más de 2.200 cohetes de Hamás. Mientras tanto, las sirenas han vuelto a sonar esta noche cerca de la Franja de Gaza, en el sur de Israel. Concretamente, en las ciudades de Sderot, Kibbutz Nir Am, Yad Mordechai y Netiv Ha'asara.

Aunque la escalada de violencia en las últimas horas es la mayor desde la Segunda Intifada (2000-05), los ataques contra israelíes por parte de palestinos han continuado a lo largo de los años. De hecho, en mayo de 2021, hubo 11 días de enfrentamientos tras semanas de tensión durante el ramadán dejaron al menos 260 muertos en Gaza y 13 en Israel. Así las cosas, para los israelíes y otros ciudadanos que viven en este país no es extraño escuchar el sonido de los ataques aéreos y saben qué hacer en estos casos. Disponen, incluso, de salas de seguridad en algunas de sus casas.

Los israelíes, preparados para ataques aéreos

“Muchas viviendas en edificios nuevos o casas reconstruidas tienen una sala de seguridad”, explica a Hromadske Dmitry, un cámara de televisión que reside desde hace diez años en Rishon LeZion, que admite estar “acostumbrado” y no tener la maleta de emergencia preparada, pero

Si la sala de seguridad no existe en la vivienda, señala, en caso de escuchar las sirenas, se debe salir corriendo a la calle e ir al refugio antibombas. Sin embargo, confiesa que muchas veces no hay tiempo para ello, así que permanecen con el resto de vecinos en el rellano.

Muchos de estos refugios están muy bien preparados con agua, comida, conservas, aseos. Pero es habitual que los residentes de las casas coloquen sus cosas y bicicletas allí.

La queja de mucha gente en el sur del país es que hay pocos refugios antiaéreos y que en viviendas antiguas no hay ninguno. Además, salir al rellano a veces resulta más peligroso que quedarse en casa. En esos casos, dice, las autoridades locales han instalado búnkeres de hormigón en los patios.

La vida no se detiene si hay un ataque. Además, este puede producirse en el sur y en Tel Aviv continuar con normalidad, señala, ya que continúa habiendo Internet y los comercios están abiertos. El desabastecimiento es raro y, si falta algo, la solidaridad se multiplica, explica al mencionado medio.

Además, indica que en Israel hay un sitio web y una aplicación con instrucciones para saber qué hacer durante los bombardeos, los terremotos, refugios antibombas… En caso de conflicto, se envían alertas por SMS, la televisión, Internet, radio…

En definitiva, todos saben qué hacer si hay un ataque. En la calle, si no hay nada cerca, te agachas y cubres la cabeza con las manos; si algo cerca, mejor esconderse. En un vehículo, es preferible detenerlo, salir corriendo, agacharse y cubrirse con los brazos.

Lo ideal, asegura, es tener un refugio cerca, por eso cuando hay una escalada de violencia, la gente trata de no alejarse mucho de esas zonas.