Las primeras hipótesis sobre las causas del terrible accidente de autobús en Venecia, Italia, apuntan a una enfermedad del conductor. 21 personas murieron anoche al precipitarse el vehículo en el que viajaban desde un paso elevado de 12 metros.
En la carretera no hay señales de frenada. El autobús se va hacia la derecha y solo al final hay unas leves marcas que podrían indicar un intento de no caer en el último segundo.
La barandilla fue arrancada por el autobús a lo largo de unos diez metros, con el autobús, ya envuelto en llamas, informa el diario La Repubblica.
Por eso se apunta a que Alberto Rizotto, el conductor, un hombre de 40 años, pudiera sufrid algún problema de salud al volante, señala el diario El Corriere del Veneto.
Además, el autobús, que llevaba a turistas alojados en el camping Hu de Marghera, no iba rápido, según las primeras conclusiones de los investigadores.
El accidente se ha cobrado la vida de 21 personas, entre ellos dos menores, y ha dejado 18 heridos. Luigi Brugnaro, el alcalde de Venecia, ha afirmado que el número de muertos pueda aumentar. La escena del accidente la ha descrito como “apocalíptica”.
Los bomberos tardaron un largo rato en poder apagar las llamas del autobús incendiado y sacar a las víctimas.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha expresado su "más sentido pésame, personal y de todo el Gobierno, por el grave accidente ocurrido en Mestre", ha señalado en redes sociales.
“Pienso en las víctimas y en sus familiares y amigos. Estoy en estrecho contacto con el alcalde Brugnaro y con el ministro (del Interior) Matteo Piantedosi para seguir las noticias sobre esta tragedia", ha concluido.