Este mes de octubre se cumple un año desde que el español Santiago Sánchez Cogedor fue encarcelado en Irán. El madrileño fue detenido cuando viajaba a pie para asistir al mundial de Qatar y ahora está acusado de espionaje.
Agotado de esperar una salida de prisión que nunca llegaba, la semana pasada inició una huelga de hambre y este domingo familiares y amigos se concentraban frente al ministerio de Exteriores para pedir que vuelva a casa.
Jorge García, amigo de Santiago, ha narrado cómo se encuentra el español: "Se encuentra bastante deteriorado y a nivel anímico está muy mal, lleva prácticamente una semana sin comer y ha perdido ya unos seis kilos".
Familiares y amigos se han concentrado para pedir justicia para Santiago: "Pedimos un poco más de esfuerzo, alguien tiene que haber en este país que tenga la llave capaz de abrir esa puerta tan ansiada", zanjaba su amigo.
Su aventura de más de 11.000 kilómetros la inició en el mes de enero de 2022. Partiendo desde Alcalá de Henares, el español cruzó Francia, Mónaco e Italia, hasta llegar por la costa adriática a Albania, pasando después por Grecia, desde donde partiría a Turquía y al Kurdistán iraquí, donde fue detenido.
El objetivo de Santiago era llegar hasta el Mundial de Qatar asistiendo por el camino a aquellas buenas personas que encontraba: “Ayudando, recogiendo residuos, plásticos y demás”, ponía su granito de arena para dejar huella en cada uno de sus viajes, explicaban sus amigos.
Sin embargo, su sueño se vio truncado al llegar a Irán. El arresto de Sánchez se habría producido en Saqez, la ciudad del Kurdistán iraní donde fue enterrada Mahsa Amini. El español habría sido detenido después de visitar la tumba de la joven.