Biden se mete a sindicalista. El presidente de Estados Unidos, megáfono en mano, se ha unido a la protesta de los trabajadores de las fábricas de automóviles en Michigan. Les ha animado, en persona, a mantenerse "fimes" en su reivindicación de exigir un aumento de sueldo a los tres grandes del coche: Ford, General Motors y Stellantis (Chrysler).
"Wall Street no construyó este país, la clase media construyó este país, y los sindicatos construyeron la clase media", afirmo el presidente demócrata a las puertas de un centro de distribución de General Motors, donde cientos de trabajadores se concentraron durante la huelga, que ya se ha extendido a múltiples estados.
Joe Biden participó durante 15 minutos en el piquete de trabajadores, junto a los que le mostró el apoyo y solidaridad con la clase trabajadora de Michigan, además de subrayar la importancia de los sindicatos para la economía del país.
El líder de los demócratas, candidato a la reelección en la Casablanca, reclamó a las empresas una subida de sueldo a sus trabajadores, porque "ahora les va increíblemente bien. Y adivina qué: a vosotros también debería iros increíblemente bien”, dijo Biden, entre aplausos de los huelguistas.
El presidente del sindicato UAW, Shawn Fain, convocante de la huelga contra los tres grandes fabricantes de automóviles de EEUU, agradeció a Biden por mostrar su apoyo a los trabajadores directamente uniéndose a la huelga; su presencia la calificó de acontecimiento "histórico".
"Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos en ejercicio se une a los piquetes (…) Gracias, señor presidente", dijo Fain, quien también acusó a los dirigentes de las grandes corporaciones de estar acaparando los beneficios y de dejar a la clase trabajadora "peleando por sobras".
Joe Biden con anterioridad se ha mostrado públicamente a favor de la acción sindical. En 2020, mientras era candidato presidencial, el demócrata se unió a los paros de los trabajadores de casinos en Las Vegas y de la misma industria del automóvil, en Kansas City.