Un año y siete meses después, la guerra en Ucrania continúa recrudeciéndose sin que se atisbe su fin en el horizonte. Entre una lluvia de bombardeos y en medio de una amenaza constante, al campo de batalla en territorio ucraniano han regresado incluso viejas tácticas de la Segunda Guerra Mundial.
Así lo corroboran algunas de las imágenes que llegan desde la región en las que se aprecia cómo se ha recurrido a ‘armamento fantasma’ como tanques que simulan ser reales pero en realidad no son más que hinchables; atrezo bélico, como réplicas de lanzacohetes móviles HIMARS que una empresa checa fabrica para hacer creer al enemigo que la fuerza militar del otro es mucho mayor.
Con esos señuelos, pretenden desconcertar al enemigo en medio de una invasión y un conflicto que no cesa. Sus creadores, de hecho, hablan de un boom en las ventas desde el inicio de la invasión.
Mientras este lunes el Ministerio de Defensa de Rusia aseguraba haber repelido numerosos drones y misiles ucranianos sobre las regiones de Belgorod, Crimea y Kursk, en Ucrania denuncian los heridos que ha dejado el enésimo ataque de las fuerzas del Kremlin sobre Jersón.
En la misma línea, este martes las autoridades ucranianas también han denunciado daños materiales en un puerto en la provincia de Odesa tras una nueva noche de ataques con drones por parte del Ejército de Vladímir Putin, mientras al mismo tiempo han informado de otra ofensiva en la ciudad de Avdivka.
Respecto a esta última, han señalado que un ataque con misiles rusos ha destruido una vivienda.
"Los rusos destruyeron otra casa en Avdivka. Esta noche han lanzado un ataque de misiles aéreos en toda la ciudad, y han alcanzado un quinto piso”, señalaba el gobernador regional, Igor Moroz, en su cuenta de Facebook, donde apuntaba que “según información preliminar, nadie resultó herido”.
"La casa ahora es prácticamente inhabitable, como toda Avdivka. Las consecuencias de este ataque están cuidadosamente documentadas, tarde o temprano esta evidencia será usada contra Rusia en un tribunal internacional", añadía.
En este escenario, el terror continúa, con la población temiendo a las informaciones que apuntan a que Rusia habría reservado misiles para atacar el sistema energético y las ciudades de Ucrania con la llegada del frío.