Un conductor de autobuses de Estados Unidos ha ganado el Powerball, una de las loterías más populares del país. El afortunado no ha dudado ni un segundo lo que va a hacer con su premio: dejar de trabajar.
James Keown ha conseguido 100.000 dólares en este popular sorteo y tras enterarse de la feliz noticia decidió mandarle un claro mensaje a su jefe: "Me ha tocado la lotería y no volveré".
Tras 11 años como chófer para el Distrito de Escuelas Públicas del Condado de Jefferson, James decidió que era hora de dejar de trabajar, aunque asegura que le gustaba mucho su trabajo.
Su mujer, Monta, confesó estar en shock y muy contenta por lo ocurrido: "Acabamos de hablar por teléfono y me envió un mensaje de texto para que lo llamara tan pronto como pudiera. Entré en pánico al pensar que algo andaba mal”, asegura, según recoge Diario de Avisos. Sin embargo, la noticia era muy feliz: les había tocado la lotería.