Se cumplen 26 años de la trágica muerte de Diana de Gales y lo único que está claro es que el paso del tiempo no ha hecho que se olvide a la icónica princesa. A la vista ha estado en los últimos meses cuando hemos vivido la coronación del Rey Carlos III o con la muerte de la Reina Isabel II: su nombre sigue sonando con fuerza entre los ingleses.
Justo cuando recuperaba la felicidad al lado del multimillonario Dodi Al Fayed, de quien se había enamorado semanas antes y con quien estaba viviendo su verano más especial, cuando un accidente de coche truncó la vida de ambos.
Diana y su novio huían de los paparazzi la medianoche del 30 de agosto de 1997 sufrieron un fatal accidente a causa del exceso de velocidad en el Túnel de L'Alma, en París. Tres horas después, Lady Di fallecía en un hospital de la capital francesa dejando al mundo conmocionado.
Su trágica muerte convirtió a Diana Spencer en un mito. Guapa, elegante, dulce, sofisticada, solidaria y sobre, todo, una madraza que se desvivió a lo largo de su vida por hacer felices a sus dos hijos. Sin suerte en el amor, Lady Di se ganó la simpatía de todos cuando contó públicamente que su marido, el Príncipe de Gales, la engañaba con Camilla Parker Bowles.
Desde entonces, Diana fue un icono por la manera que tenía de enfrentarse a los escándalos de su marido, las traiciones de su círculo más cercano o los desplantes de la Familia Real. Eso sí, su prioridad siempre fueron sus hijos, Enrique y Guillermo, a los que les educó con todo su amor y con la esperanza de que algún día estuviesen también en los corazones de todos los ciudadanos.
Ahora, Lady Di se ha convertido en un recuerdo imborrable mundialmente: no solo por su historia si no también por los looks que lució durante todo su periodo público. Ahora, la historia real de Inglaterra continua con el bonito recuerdo de la princesa en cada paso, como en la coronación del Rey Carlos III o en la muerte de la Reina Isabel II... demostrando así que su legado ha quedado patente generación tras generación.