El arzobispo de Canterbury ha coronado a Camila el sábado 6 de mayo en la abadía de Westminster, un acto al que han asistido más de 2000 invitados. Se convierte así en la reina consorte del Reino Unido. La esposa del rey Carlos III ha lucido también la corona en una breve imposición de la misma a manos del arzobispo. Una corona, la de la reina María, con 2 200 diamantes sobre plata. Ha sido entronada al lado de su esposo, el rey Carlos III.
Poco después de coronar a Carlos III como rey de Inglaterra y sucesor de Isabel II, ha sido coronada Camila. Antes, ha sido ungida por el arzobispo de Canterbury que le ha entregado el anillo, el bastón y el cetro con lo que se le concede oficialmente el status de reina.
Es la primera vez en la era moderna en la que la consorte del rey ha elegido una corona ya existente para su coronación, en la que formalmente pasa de ser reina consorte a ser reina. Se trata de la corona de la reina María, que data de 1911. A la corona se le han añadido los diamantes Cullinan III, IV y V, parte del patrimonio personal de la reina Isabel II.
Una vez formalizada la coronación de ambos, la reina y el rey se han quitado las coronas y han tomado la comunión, ya que la ceremonia tiene un marcado carácter religioso debido a que Carlos III es jefe de la Iglesia anglicana además de jefe del Estado.
La jornada se ha cerrado con un saludo de la familia real con algunas excepciones desde el balcón del Palacio de Buckingham.
Carlos y Camila continuaban llevando su corona oficial y su manto al paso de la culminación de la ceremonia: el sobrevuelo de helicópteros de combate y, de remate, del escuadrón acrobático de las Flechas Rojas, aunque en un formato reducido por la lluvia que ha dominado durante la mayor parte de los eventos.