La infame ‘Fulton County Jail’, la cárcel del condado de Fulton, en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, ya está lista para la llegada y el ingreso de Donald Trump. El magnate republicano, expresidente estadounidense, se entregará este jueves en prisión tras haber sido imputado por intentar manipular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020. Su paso por el centro, no obstante, será fugaz, aunque las autoridades han avanzado que le harán ficha policial.
Todo será cuestión de entrar y salir para el polémico y controvertido multimillonario. Le tomarán las huellas, completarán su ficha, cumplirán con el protocolo, pagará la fianza y volverá a marcharse. Sin embargo, la foto seguirá ahí, cargada de significado y de graves implicaciones, constituyendo también un golpe al orgullo del orgulloso republicano.
Con todo, las encuestas le dan como imbatible dentro de su grupo, y por eso ni se va a molestar en acudir al debate de candidatos de su partido, que se celebra esta misma noche, coincidiendo en esta jornada con su paso por prisión.
“El público sabe quién soy y qué Presidencia exitosa tuve”, manifestó en su propia red social, ‘Truth Social’, para justificar a continuación su decisión de “no participar” en los debates, consciente de esa superioridad aplastante en las encuestas de las primarias republicanas respecto a su principal rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Hace ocho años logró la candidatura gracias a este formato, yendo con un machete entre los dientes contra sus adversarios. Esta vez no hará acto de presencia, lo cual, más allá de sus palabras, en ello son muchos los que también ven verdaderamente una prueba de los límites a los que se enfrenta.
La cuarta detención de Donald Trump, coincidente con ese pistoletazo de salida de las primarias republicanas, concentra no obstante la atención mediática. Todos los focos están dirigidos a este momento; al instante en que el magnate entre en prisión después de que las autoridades le diesen a él y a sus 18 coacusados hasta el mediodía del viernes para entregarse por “cambiar ilegalmente el resultado” de la votación de 2020 en Georgia.
Localizada en Atlanta, en el citado estado estadounidense, la cárcel del condado de Fulton es también conocida como la ‘cárcel de Rice Street’, y no goza de una buena fama.
En una declaración de intenciones, el sheriff del condado, Pat Labat, subrayaba ante los medios que aunque en las tres detenciones anteriores Trump se hubiese librado, en esta iban a hacerle el retrato policial porque, cuando se trata de un arresto en su cárcel, “no importa el estatus”.
“Tenemos una foto policial lista para él”, confirmó, pero lo cierto es que a la prisión del condado de Fulton no la conocen precisamente por sus protocolos, sino por otras características más infames: insalubridad, inseguridad, y por ser un foco de insectos, con plagas de chinches, piojos y brotes de sarna, tal como informan medios como Atlanta Magazine.
Diseñada en 1989, fue construida para albergar 1.125 reclusos, una cifra superada sin embargo con creces desde el primer día. De hecho, en diciembre de 2022 eran aproximadamente 2.950 personas las que fueron encarceladas en ‘Rice Street’, según la citada fuente, que apunta a que es tal la saturación que sufren las instalaciones del centro penitenciario que se han tenido que adoptar acuerdos para controlarlo, derivando presos a otros condados.
En este escenario, como cabe prever, centenares de reos duermen en áreas comunes, en condiciones que fácilmente han dado lugar a brotes ya históricos en la prisión.
Marcando precisamente la historia de la cárcel y conmocionando a la opinión pública está la muerte de Lashawn Thompson en septiembre del año pasado. Tenía 35 años y llevaba apenas tres meses en las instalaciones de la cárcel de ‘Rice Street’.
Su muerte fue mediática porque uno de los abogados de la familia publico fotografías de su rostro y su cuerpo cubierto de insectos, lo que puso en el punto de mira al centro penitenciario por su insalubridad y sus terribles condiciones.
En este contexto, una autopsia independiente, publicada por la familia en mayo, apuntó que el reo “fue abandonado hasta la muerte”.
A su vez, y en paralelo, un informe previo de la oficina del médico forense del condado de Fulton apuntaba que no había signos evidentes de trauma en el cuerpo de Thompson pero sí se apuntó a una “infestación grave de chinches”, sin determinar no obstante la causa exacta de la muerte.
Según Atlanta Magazine, solo el año pasado fueron un total de 15 las personas que murieron en el centro penitenciario. Lashawn Thompson estaba entre ellos y la cifra se enmarca dentro del dramático historial de la que es una de las cárceles más mortíferas del país especialmente durante la pandemia.