El pequeño Émile, el niño de dos años que desapareció el pasado 8 de julio, hace un mes y medio, en la localidad de Le Haut Vernet, en el departamento de Alpes de Alta Provenza, mantiene a toda Francia en vilo. Las autoridades habían realizado investigaciones para aclarar cómo se pudo perder su rastro, pero el fiscal adjunto al caso, Emmanuel Merlin, ha elevado el nivel de las indagaciones con una acusación complementaria.
El proceso ya se trata como una investigación criminal por "detención y secuestro arbitrario de un menor". Esta decisión no se ha producido por el aporte de nuevas pruebas, sino por el avance del tiempo. Se podrán tomar decisiones que el marco inicial no permitía, como arrestos provisionales.
François Balique, alcalde de la pequeña localidad en la que se perdió el rastro del pequeño cuando se escapó de la casa de sus abuelos maternos, asegura que se han realizado numerosas batidas. Allí "no hay pozos" y "no aparece", por lo que para él queda claro que un adulto le secuestró: "No se pudo evaporar. Vivo o muerto, ya no está aquí".
La búsqueda parece estancada, pero el primer edil confía en el trabajo de los investigadores: "Hacen lo que pueden", señaló en 'Sudinfo', un medio belga. A todo hay que sumar que la familia del pequeño guarda silencio. Han tenido que soportar incluso insultos en las redes sociales.
A principios de este mes, un grupo de apoyo de Facebook, llamado '¿Dónde estás, corazoncito Émile?', el cual contaba con más de 1.500 miembros y servía como espacio para el 'desahogo', ha sido eliminado por su creador -vecino de Le Haut Vernet, Dauphiné Libéré- tras la publicación de mensajes de odio.
El objetivo de este grupo de Facebook era apoyar a los allegados al niño, así como mantenerlos informados de los últimos avances en investigación, según los participantes. Se había convertido en una de las concentraciones comunitarias más activas en torno a la desaparición. Algunos especulan que estas palabras de desconocidos pueden tener lugar por la posición política que adaptó hace años el padre del niño, recoge 'La Depeche'.
La investigación reciente señaló a una fuente como punto de interés. El pequeño solía caminar por esta zona, cerca de la casa de sus abuelos, y se ubica junto a la carretera, antes de entrar a la aldea sin salida. La hipótesis que se maneja se ha calificado como "criminal". Se baraja un secuestro, pero también que alguien le atropellara y moviera el cuerpo.
No obstante, esto parece más improbable, ya que las batidas habrían dado resultados. No se ha encontrado ni una pista, ni una pertenencia. Nada. Se descarta asimismo que le arrollara una máquina de campo, como se llegó a apuntar, o que se perdiera por este área boscosa caminando. Alguien habría dado con un detalle relevante.
La familia de Émile no se ha pronunciado, lo que ha sorprendido también a parte de la población. Permanecen unidos y sin realizar declaraciones públicas. Pero un experto ha querido hablar sobre este asunto y asegura que "cuantos menos detalles" revelen, "más difícil será para el presunto secuestrador adaptar su comportamiento".
Esta estrategia elegida por los padres no resulta "ilógica", ya que incluso puede "hacer avanzar a la investigación". El posible autor deldelito "bajo presión mediática, puede confiarse y cometer un pequeño error" que lo delate.
Émile, de dos años y medio, desapareció el 8 de julio en Le Haut Vernet, pedanía junto a Le Vernet, mientras estaba de vacaciones con familiares en casa de sus abuelos maternos. Las últimas personas que lo vieron fueron dos residentes de la aldea en la calle principal de la misma.
Ellos no alertaron porque nada les hizo sospechar que aquel pequeño fuera a desaparecer. Se han realizado numerosas batidas y se han empleado drones, además de perros especializados en búsquedas. Se han realizado interrogatorios y se han inspeccionado domicilios y vehículos. Pero nada.
El acceso a Le Haut Vernet se mantiene restringido hasta septiembre, tanto para que los investigadores trabajen como para evitar curiosos en la zona. Los vecinos de la comuna, de apenas 150 habitantes en una veintena de casas, están muy afectados por el suceso.
No es la única tragedia de la que son testigos: en 2015 se estrelló un avión de Germanwings con 150 pasajeros a bordo (cubría el trayecto Barcelona-Düsseldorf y 45 víctimas eran españoles). El siniestro fue provocado por el copiloto. François Balique ha querido reiterar ante los medios: "Mi pueblo no está maldito. Están sucediendo y sucederán muchas cosas hermosas". Todos esperan novedades de Émile pronto.