Condenan a una enfermera, Lucy Letby, por asesinar a siete bebés en un hospital de Chester

Un jurado británico ha declarado culpable a la enfermera británica Lucy Letby por asesinar a siete bebés en Chester, Inglaterra. La mujer negó los 22 cargos contra ella y culpó de las muertes a la mala higiene o la falta de personal. La Fiscalía sostiene que tan solo su intervención era la única explicación para los fallecimientos de los pequeños. El jurado la ha exculpado de dos casos más y todavía no ha consensuado la culpabilidad de Letby en otros seis intentos de asesinato, así lo ha informado un tribunal de Mánchester.

Lucy Letby, de 33 años, actuaba con niños especialmente vulnerables, prematuros o enfermos. La enfermera utilizaba los momentos en los que se encontraba sola para realizar una serie de abusos a los bebés donde, en algunos casos, les provocaba la muerte si no lo conseguía en su primera intervención. Los hechos ocurrieron entre junio del 2015 y el mismo mes del año siguiente.

Les inyectaba leche, aire o insulina a los bebés

Lucy Letby inyectaba aire, leche o insulina a los bebés, unas sustancias “letales” para los niños, así lo ha señalado el fiscal Pascale Jones. Además, Jones ha destacado la “curiosidad morbosa” y “compasión falsa” que tenía la enfermera cuando se acercaba a las familias de los niños fallecidos.

Pero Letby no fue apartada de su puesto hasta la muerte de dos trillizos y de otro bebé en tres días consecutivos. Primero, quedó relegada a tareas administrativas y después recurrió el traslado con el que tendría que haber regresado al trabajo en marzo de 2017, pero el hospital se puso en contacto con la Policía.

Encontraron sus confesiones en unas notas

Una vez realizadas las investigaciones, se produjo el arresto de la enfermera en julio de 2018. En los registros posteriores realizados en su vivienda, los agentes localizaron una serie de notas donde la detenida reconocía sus acciones criminales. Según la Fiscalía, sirven de confesión escrita.

Jones enfatizó que Letby “hizo todo lo posible para ocultar sus crímenes, variando las formas en las que dañaba a los bebés bajo su cuidado”. Tony Chambers, ex director ejecutivo del hospital, aseguró que "realmente lamentaba" lo que habían pasado las familias y que "cooperaría total y abiertamente" con cualquier investigación, según ha relatado el medio BBC.