Con una investigación realizada por la BBC Arabic, 85 mujeres han dado testimonio sobre el abuso sexual que han sufrido por parte de 65 ‘sanadores espirituales’. Las víctimas acudían a ellos para resolver problemas de salud y curar enfermedades creadas por espíritus malignos llamados “jinn”. El tratamiento se basaba en una curación espiritual, también conocida como “curación coránica”, que se realiza en el mundo árabe y musulmán. En Marruecos y Sudán- donde esta práctica es muy popular- los curanderos se aprovechan de las víctimas y las convencen de sus capacidades para expulsar a esos demonios.
La investigación ha juntado declaraciones de ONGs, tribunales, abogados y mujeres que han confirmado las historias de abuso. Ahora los testimonios narran las historias que van desde el acoso hasta la violación, unos hechos que comprobó una de las reporteras del medio tras acceder, de manera encubierta, a un tratamiento y sufrir una agresión sexual por parte del curandero.
Muchos de los relatos hablan de la angustia e impotencia que sintieron las mujeres en medio del tratamiento. Así le ocurrió a Dalal- un nombre ficticio- que buscaba curar la depresión a través de un sanador espiritual en un pueblo de Casablanca. Según su testimonio, el curandero le afirmó que esa enfermedad fue causada por un “amante de los genios” que la había poseído.
Tras oler un aroma que le ofreció, perdió el conocimiento. Al despertar vio que no tenía ropa interior y que la habían violado. Con el paso de los días, descubrió que se había quedado embarazada, pero la respuesta del curandero fue que era culpa de los genios. Otra de las historias es la de Sawsan, una mujer que recurrió al sanador para conseguir una medicina que hiciese que su marido la tratase mejor. Su recomendación fue tener sexo con él para conseguir una “poción” que le daría a su pareja.
Tras observar que tres de las 50 mujeres que testificaron hablaban del mismo líder religioso, una reportera del medio accedió a tener una sesión con el sanador Sheikh Ibrahim en Sudán. Tras llegar, la reportera se hizo pasar por una cliente que sufría de infertilidad.
Ibrahim le preparó una botella de “agua curativa” y le dijo que rezaría por ella. Después se puso cerca de ella y la agredió sexualmente, según la BBC. Al enseñar las evidencias, la respuesta de los Ministerios Marruecos y Sudán es que no existe la posibilidad de regular este trabajo aunque admitieron que existía un problema con respecto a los curanderos.