Negasi Zuberi, el hombre acusado de agredir sexualmente y mantener a una mujer encerrada en un zulo de cemento en Oregón (Estados Unidos), escribía sus planes detallados en unas hojas. Las notas, que encontraron los investigadores, muestran cómo el sospechoso organizaba y llevaba a cabo sus presuntos delitos a los que titulaba como “Operación Take Over”.
En las hojas había dos ideas clave. La primera decía: “Deja el teléfono en casa”. La segunda: “Asegúrate de que no tengan un montón de personas en su vida. No quieres ningún tipo de investigación”. Stephanie Shark, agente especial adjunto a cargo del FBI en Portland, aseguró que la víctima tuvo que “golpear la puerta con las manos, hasta que le sangraron, para poder escapar de la celda". "Somos afortunados de que esta valiente mujer escapase y alertase a las autoridades", añadió.
El detenido tenía intención de realizar un hoyo, así lo describe en una de las notas. Junto a la frase “Cavar un hoyo de 100 pies” aparecen las palabras “bloque de hormigón”, “revestimiento de goma”, “aislamiento de espuma” y “hormigón impermeable”. Según el FBI, Zuberi viajó de Klamath Falls a Seattle para solicitar los servicios de la víctima, una trabajadora sexual. Tras amenazarla con un táser, haciéndose pasar por un policía, la llevó hasta su casa de Oregón.
Allí la víctima “durmió brevemente y se despertó al darse cuenta de que probablemente moriría si no intentaba escapar. Golpeó repetidamente la puerta hasta que pudo abrirla y escapar de la habitación. Una vez fuera de la celda, vio que el vehículo de Zuberi estaba aparcado en el garaje. Abrió la puerta del coche, cogió el arma y se dio a la fuga”, así informa New York Post.
Una vez que la víctima pudo avisar a las autoridades, la Policía localizó, al día siguiente, el lugar donde se encontraba el sospechoso. Sosteniendo a uno de sus hijos en el asiento delantero del coche, Zuberi se negaba a salir del coche. Se cortó con un objeto afilado e intentó romper su teléfono. Según la declaración jurada, finalmente salió del vehículo y el niño “resultó ileso”. Los hechos ocurrieron en Reno, Nevada.
La Policía sospecha que existen agresiones sexuales, en al menos cuatro Estados, que podrían estar relacionadas con el sospechoso. De momento, el FBI ha creado una página web para pedir a las víctimas que se presenten. “Sakima tiene varios métodos diferentes para controlar a sus víctimas, que incluyen drogar sus bebidas, fingir ser un oficial de policía y solicitar los servicios de trabajadoras sexuales y luego agredirlas sexualmente con violencia”, explican en la web.