La muerte de una mujer de 35 años ha causado gran conmoción y estupor en Indiana, en Estados Unidos, debido a sus extrañas circunstancias. El fallecimiento Ashley Summers se produjo el pasado 4 de julio, cuando ella, su pareja y sus dos hijas pequeñas regresaron de pasar unos días de vacaciones.
Sin embargo, ha sido ahora cuando su familia ha querido hacer público el suceso debido a las particularidades que presenta el caso.
Al parecer, Ashley Summers se empezó a encontrar mal cuando estaba de vacaciones en lago Freeman, un embalse en las afueras de Monticello, situado en Indiana.
La mujer de solo 35 años presentaba fuertes dolores de cabeza, mareos y vómitos. Pensando que se encontraba deshidratada, ella misma decidió beberse en un período de tan solo 20 minutos cuatro botellas de agua que rondaban el medio litro cada una.
Esta gran cantidad de agua que usó para hidratarse no hizo que su malestar cesase. Es más, pasados tan solo unos minutos la mujer estadounidense de 35 años se desplomó en el garaje de su vivienda perdiendo por completo el conocimiento.
Una vez trasladada al Hospital IU Health Arnett, situado en Indiana, los médicos descubrieron que la paciente sufría una grave inflamación cerebral. Poco tiempo después y pese a los intentos del servicio sanitario que hicieron todo lo que estaba en su mano por salvarle la vida, Ashley Summers acabó falleciendo.
Su propio hermano, Devon Miller, ha explicado en una entrevista con el canal de televisión 'WRTV' qué le sucedió a su hermana y cómo se enteró él mismo de su fallecimiento: "Mi otra hermana, Holly, me llamó y, simplemente, estaba absolutamente destrozada. Ella estaba como 'Ashley está en el hospital. Tiene una inflamación cerebral, no saben qué lo está causando, no saben qué pueden hacer para que baje y no parece que esto vaya bien'".
Una vez certificada su muerte, la familia de Ashley Summers decidió donar los órganos de la mujer como ella misma había pedido en más de una ocasión.
Antes de tomar esta decisión, los médicos que atendieron a la mujer explicaron a sus familiares que la muerte se había producido por el alto nivel tóxico del agua que había ingerido en tan poco espacio de tiempo.
Por su parte, Blake Froberg, médico toxicólogo del centro hospitalario al que acudió la fallecida, ha querido explicar las causas de su muerte. Según el profesional, las muertes como la de Ashley Summers son muy habituales durante épocas del año en las que hace mucho calor.
"Hay ciertos factores que pueden hacer que alguien tenga más riesgo, pero lo que ocurre en general es que bebes demasiada agua y no tienes suficiente sodio en el cuerpo para digerirla", explica el experto.