Los habitantes de Chile y Argentina viven con preocupación una intensa ola de calor que, en pleno invierno austral está dejando temperaturas que superan los 30 grados y que, en algunos puntos se aproximan a los 40. Se trata de lugares que, en esta fechas, apenas alcanzarían una media de 14 grados.
No se trata de un problema solo en las zonas conurbanas de Buenos Aires o Santiago, también en remotas y elevadas regiones de los Andes, el termómetro está llegando a los 38 grados con una amplitud térmica desconocida en el frío mes de agosto en el hemisferio sur.
Se trata de registros que están pulverizando las series históricas desde que estas existen. Uno de los meteorólogos más conocidos, Maximiliano Herrera, tuiteaba que "América del Sur está viviendo uno de los eventos extremos que el mundo jamás haya visto", y añadía a continuación: "Este evento está reescribiendo todos los libros climáticos", según informa The Washington Post.
La ola de calor inédita este invierno que vive Chile ha dejado sin nieve a algunas zonas de la cordillera de Los Andes y ha llevado a localidades del centro, como Vicuña, a marcar 37 grados centígrados en pleno agosto.
La Dirección Meteorológica de Chile lanzó esta semana una Advertencia Agrometeorológica por altas temperaturas debido a una "dorsal cálida" que afecta a tres regiones del centro: Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, donde se encuentra la capital.
Coquimbo, la que se ubica más al norte, está siendo la más afectada, sobre todo en la zona precordillerana, donde apenas hay nieve y se están alcanzado hasta 30 grados centígrados en las horas centrales del día.
El récord lo marcó el miércoles la localidad de Vicuña, a 530 kilómetros al norte de Santiago, que registró 37 °C el miércoles, la segunda temperatura en invierno más alta de la historia de Chile, tras los 37,3 °C anotados en Copiapó en agosto de 1951, según la Dirección Meteorológica.
En Santiago, donde la población ha dejado durante unos días los abrigos en casa, los termómetros podrían llegar a alcanzar los 25 °C este fin de semana, casi 10 más de los registrados normalmente en agosto.
Picos precordilleranos que se pueden contemplar desde distintos puntos de la capital y que por estas fechas suelen estar blancos lucen estos días sin nieve.
Diversos expertos ya están alertando de que la falta de nieve podría afectar al suministro de agua en verano, especialmente en la capital, y que las altas temperaturas invernales podrían incidir en la generación de incendios.
La ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, explicó en Twitter que tanto la ola de calor de Chile como la que se está viviendo en zonas del hemisferio norte es producto de la "superposición" del calentamiento global debido al cambio climático y el fenómeno de El Niño.
"Sabemos la solución: ¡Dejar de quemar combustibles fósiles urgentemente! Chile cuenta desde el año pasado con una Ley de Cambio Climático en la que nos comprometemos a ser carbono neutral y resiliente al clima a más tardar el año 2050", apuntó Rojas el miércoles, cuando se batió el récord en Vicuña.
Sudamérica está sufriendo una intensa sequía que se alarga durante años y que, en algunos países como Chile o Argentina, ha afectado a sectores como la agricultura, con reducción de cosechas y pérdidas de tierras fértiles.
El climatólogo de la Universidad de Santiago, Raúl Cordero, aseguró a medios nacionales que "este tipo de olas de calor no eran usuales hace 20 o 30 años, pero ahora se han triplicado".