El perro del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, un pastor alemán de dos años llamado Commander, mordió a agentes del Servicio Secreto hasta en diez ocasiones entre octubre de 2022 y enero de este año, según ha informado esta semana el Departamento de Seguridad Nacional. Champ, otro can de Biden, murió en junio de 2021 tras 13 años junto a la familia.
Biden recibió a Commander en diciembre de 2021 como regalo de su hermano James. El anterior perro del mandatario, otro pastor alemán llamado Major, fue enviado a vivir con unos amigos en Delaware después de que también mordiese a agentes del Servicio Secreto y a empleados de la Casa Blanca.
El grupo conservador Judicial Watch publicó 200 páginas de registros del Servicio Secreto obtenidas bajo la Ley de Libertad de Información.
El diario 'New York Post' recoge que uno de los oficiales atacados por Commander, a comienzos de noviembre del año pasado, tuvo que ser trasladado al hospital para recibir tratamiento por mordeduras en el muslo y en un brazo.
Tanto desde la Casa Blanca como desde el Servicio Secreto, según se hace eco también 'Fox News', intentaron restarle importancia al asunto, aunque el tema ha creado cierto debate durante estos últimos días en el país norteamericano.
Elizabeth Alexander, directora de la oficina de prensa de la primera dama, Jill Biden, señaló a través de un comunicado que el complejo presidencial es "con frecuencia un ambiente estresante" para mascotas, añadiendo que la familia Biden "ya está buscando maneras de mejorar esta situación para todos".
En los mismos términos se pronunció Anthony Guglielmi, portavoz del Servicio Secreto, quien apuntó que durante las últimas presidencias "ha estado buscando maneras de manejar las mascotas familiares y este incidente no es la excepción", subrayando que "nos tomamos muy en serio la salud y el bienestar de nuestros empleados".