Caso Émile: el pequeño de dos años continúa desaparecido y consideran que es hora de "pensar en los grandes depredadores"
El caso del pequeño Émile, el niño de dos años desaparecido en la localidad francesa de Vernet, recuerda al de otros menores. No es el primero del que no se halla ninguna o apenas evidencias que ayuden a dar con su paradero. A solo 60 kilómetros de distancia y hace 34 años, se perdió la pista de Yannis Moore. Tampoco se supo nada de Marion Wagon, desaparecida hace 26 años. El abogado de los padres de esta menor cree que se debe de empezar a pensar en "grandes depredadores".
Hasta ahora todas las hipótesis se mantienen abiertas, y los investigadores están volviendo a preguntar a todos los habitantes del pueblo y registrando a fondo los vehículos, mientras la aldea permanece cerrada a turistas. Pero nada se sabe del niño más de dos semanas después de su desaparición.
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La posibilidad de un gran depredador
Llegados a este punto, "no podemos descuidar, y sobre todo no, la posibilidad de un gran depredador", ha advertido en declaraciones para ‘La Dépêche’, Me Georges Catala, abogado penalista que cuenta entre sus clientes a los padres de Marion Wagon, desaparecida en Agen el 14 de noviembre de 1996. En este caso, esta hipótesis no se tuvo en cuenta, pero Me Georges Catalá cree que con la desaparición de Émile es “imposible” desestimarla.
"Estas personas existen y esta hipótesis sigue siendo significativa”, ha señalado, subrayando "la particularidad de la desaparición" del niño en una aldea “donde viven una treintena de habitantes” y donde se organizaron batidas y registros sin resultado.
Esto, argumenta, da credibilidad a la hipótesis de un depredador experimentado. “Para sacar, sin dejar el menor rastro, (…) a un pequeño niño de 2 años en un caserío diminuto donde todos se conocen, lamentablemente se necesita cierto saber hacer. Entonces también hay que mirar en esa dirección”.
La investigación de la desaparición de Émile hipótesis de un depredador experimentado
El niño desapareció el sábado 8 de julio en Vernet cuando estaba en casa de sus abuelos. Desde entonces, una veintena de investigadores de la sección de investigación de Marsella han trabajado sin descanso para tratar de dar con el paradero del menor.
La semana pasada el fiscal de Digne-les-Bains, Rémy Avon, decidió abrir una investigación judicial por la desaparición. “Tomamos esta decisión debido a la complejidad de la investigación”, justificó.
Entre otras personas, se ha interrogado al matrimonio que vio por última vez a Émile. Los investigadores tratan ahora de ser más concisos y de presionar a los investigados. Además, los vehículos de los habitantes de la aldea también están siendo revisados a fondo en busca de alguna prueba.
Los investigadores han registrado casas y vehículos y han rastreado 97 hectáreas de terreno sin éxito. También se guardan 560 000 fotografías de los peajes y se han ordenado análisis satelitales, así como investigar en la darknet.
Se han hecho inspecciones policiales nocturnas para buscar rastros de sangre y se ha estudiado las huellas de animales como un lobo, un perro callejero y un buitre, sin resultados.