Un hombre de 30 años ha muerto desangrado después de que la hélice de una avioneta fumigadora le cortara un brazo. Todo ha ocurrido este martes cuando el fallecido estaba reparando la aeronave en una finca de Malacatoya, al suroeste de Nicaragua.
El mecánico murió desangrado en la pista de aterrizaje de la finca de la comunidad Malacatoya, departamento de Granada (suroeste), cuando al revisar la reparación que había hecho en la hélice de la avioneta fumigadora. Esta le pilló uno de sus brazos, una pierna y la espalda, según la información.
Algunos testigos contaron a los medios locales que el piloto de la aeronave encendió el motor de la avioneta para calentarlo, cuando la víctima, que era mecánico y trabajador de la finca, se acercó para comprobar el estado de la hélice y al activarla, la fuerza del aire lo impulsó hacia ella.
En ese momento, la hélice le amputó el brazo derecho, le provocó lesiones en la espalda y una pierna, para finalmente fallecer a consecuencia de las graves heridas antes de ser trasladado al hospital departamental de Granada, según el informe preliminar.