El fiscal de Digne-les-Bains, Rémy Avon, ha decidido abrir una investigación judicial por la desaparición del pequeño Émile, de dos años en Haut-Vernet, Los Alpes franceses. El niño desapareció el pasado 8 de julio cuando jugaba en el jardín de sus abuelos en una aldea de 25 vecinos.
Hasta ahora “no hay ningún elemento concluyente que haya permitido orientar las investigaciones en una u otra dirección”, ha afirmado el fiscal. Se han procesado 1.400 reportes telefónicos, 1.600 líneas se limitaron en Vernet durante el fin de semana de la desaparición de Èmile.
Tras la desaparición del niño se pidió colaboración de posibles testigos. Se han registrado casas y vehículos y se rastrearon 97 hectáreas de terreno, sin éxito.
También se guardan 560.000 fotografías de los peajes y se han ordenado análisis satelitales, así como investigar en la darknet, informa la cadena BFMTV.
También se han hecho inspecciones policiales nocturnas para buscar rastros de sangre, se ha estudiado las huellas de animales como un lobo, un perro callejero y un buitre, sin resultados. Rémy Avon, el fiscal del caso Émile, insiste: "El misterio permanece y no tengo sospechas de una infracción".
Por eso, el fiscal de Digne-les-Bains ha decidido abrir una investigación judicial en busca de las causas de la desaparición del pequeño Émile y para ello contará con dos jueces –no uno, que es lo habitual- para coordinar la investigación.
“Tomamos esta decisión debido a la complejidad de la investigación”, dijo el fiscal a Le Parisien, calificando la situación de “excepcional”.