Caso Orlandi: El Vaticano dice que no hubo "violación del secreto de confesión" tras una nueva pista
La Santa Sede ha asegurado que no ha habido "violación del secreto de confesión", con respecto a una nueva posible pista en el caso Emanuela Orlandi,
La hermana de Emanuela Orlandi, Natalina Orlandi, podría haber sido víctima de abusos por parte de un tío suyo
La Santa Sede ha asegurado que no ha habido "violación del secreto de confesión", con respecto a una nueva posible pista en el caso Emanuela Orlandi, la hija de un empleado del Vaticano desaparecida hace 40 años. "En cuanto a las noticias sobre un familiar de Emanuela, cabe señalar que la correspondencia en cuestión indica expresamente que no hay violación del secreto sacramental de la confesión", ha asegurado, en un comunicado, el portavoz vaticano, Matteo Bruni. El caso obsesiona como pocos al papa Francisco.
Así se ha pronunciado la Santa Sede después de que la televisión italiana La7 difundiera en los últimos días la noticia de que la hermana de Emanuela Orlandi, Natalina Orlandi, habría sido víctima de abusos por parte de un tío suyo, fallecido hace años, un dato que se habría obtenido de una carta del cura confesor de Natalina, un sacerdote muy cercano a la familia. Tras estas informaciones, la familia de Emanuela Orlandi ha acusado al Vaticano de filtrar un secreto de confesión y de no tener interés en llegar a la verdad.
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Por su parte, la Santa Sede ha asegurado que comparte el deseo de la familia de conocer la verdad y espera "que para ello se exploren todas las hipótesis de investigación".
En este sentido, ha precisado que la justicia del Vaticano está "colaborando activamente con las autoridades italianas pertinentes" y que han entregado todos los documentos disponibles sobre el caso a las autoridades investigadoras italianas, el pasado 19 de abril, "incluidos los que se han recopilado en el curso de la investigación en los últimos meses".
Fue el 22 de junio de 1983 cuando a Emanuela Orlandi se le perdía la pista a los 15 años para no saber nunca más de su paradero. Como cada lunes, había salido a sus clases de flauta desde la Ciudad del Vaticano para ir al instituto musical donde las impartía. Tras coger un autobús ante la negativa de su hermano de llevarla, bajó a escasos metros del centro, y fue entonces cuando un hombre la interceptó. Llevaba una maleta de marca Avon.
Tras ese extraño encuentro, Emanuela llamó a su hermana para informarla, contándole que querían que trabajase para esa marca. Quedó en encontrarse con ella después de la clase para seguir explicándole, pero cuando su hermana acudió al lugar fijado Emanuela, –hija de un empleado que trabajaba en la Ciudad de Vaticano, Ercole Orlandi, funcionario de la Prefectura de la Casa Pontificia–, no aparecía. No lo volvería a hacer. Desde entonces, su desaparición es un misterio que ha salpicado a la Santa Sede.
Tras esos hechos, un hombre apodado como ‘el americano’, llamó al Vaticano, expresando que si querían volver a ver a Emanuela debían liberar a Mehmet Ali Ağca, el hombre que intentó atentar contra Juan Pablo II, y quien manifestó no tener nada que ver con la desaparición. A partir de ahí lo que suceden son 40 años de misterio, especulaciones y preguntas sin respuesta, con entrevistas de familiares y allegados sembrando todavía más incógnitas sobre el caso.
El Vaticano inició nuevas investigaciones en enero de 2023, cuyos resultados fueron entregados a la fiscalía de Roma.