Conmoción en Francia por la desaparición de un niño de dos años en Vernet, una pequeña localidad de los Alpes. Se busca desesperadamente al pequeño Emile desde el sábado. Estaba con sus abuelos maternos cuando lo perdieron un instante de vista, imaginen la inquietud, la desolación y el dolor que sentirán.
La búsqueda del pequeño Emile no ha cesado desde el sábado por la tarde. Han participado 800 personas entre gendarmes, bomberos y voluntarios, pero de momento, nada. El niño, de 2 años y medio, estaba con sus abuelos en Le Vernet, una pequeña localidad de 25 habitantes del sur de los alpes franceses. Preparaban el coche para salir de viaje y en los 15 escasos minutos que le perdieron de vista, desapareció.
Su ultima pista se desvanece en el pueblo, donde dos testigos lo vieron por ultima vez. Pudo sufrir un accidente, un secuestro o un acto criminal. Las autoridades francesas no descartan ninguna hipótesis, pero después del rastreo minucioso de un radio de 5 km, pierde fuerza que el pequeño Emile se hubiera extraviado en el bosque.
El alcalde del pueblo no cree posible que aún no le hayan encontrado. Por eso a partir de hoy la operación entra en una nueva fase. En el dispositivo de búsqueda sólo intervienen policías y militares especializados y los investigadores están analizando las conexiones telefónicas del día de la desaparición.
En rueda de prensa, el prefecto de los Alpes de la Alta Provenza, Marc Chappuis, reconoció que "no hemos podido localizar por ahora al pequeño", a pesar de las batidas realizadas hasta el momento en un perímetro de cinco kilómetros alrededor de la zona donde se vio por última vez al pequeño.
Así, Chappuis anunció que se suspenden estas búsquedas para activar un dispositivo adaptado a la situación que sea “más específico y selectivo” con el que encontrar “huellas y pistas” fiables para encontrar al pequeño Émile, que es rubio y tiene ojos marrones y llevaba camiseta amarilla, un pantalón corto blanco y botas de senderismo, según los dos testigos que le vieron bajar una calle del pueblo.
“No perdemos la esperanza”, afirmó, por su parte, el fiscal de Digne Les Bains, Rémy Avon, aunque reconoció que “si se perdió, el pequeño lleva ya tres noches y dos días solo en una zona escarpada y montañosa donde pasan también pequeños riachuelos”. Avon aseguró que “no se descarta ninguna de las hipótesis”, como que el niño se marchara por su cuenta y se perdiera o que haya tenido un accidente.
Tampoco se ha encontrado “ningún indicio que apunte a un delito penal como origen de la desaparición”, aseguró el fiscal, con relación a un posible secuestro. Por el momento, se ha abierto una línea telefónica por si alguien puede aportar algún dato que ayude a encontrar a Émile. De las 500 llamadas recibidas, ninguna ha dado una pista fiable por ahora.