Los padres de Kataleya Álvarez, la niña peruana de cinco años que reside con su familia en Florencia (Italia) y que desapareció el pasado 10 de junio, se han manifestado este fin de semana en el centro de la ciudad para pedir la ayuda de la ciudadanía y poder encontrar a su hija cuanto antes. Su situación es límite y no aguantan más. Han pasado más de 20 días y, según han explicado, todavía "no hay ni una sola pista" de qué le pudo ocurrir a la pequeña Kata.
Miguel Angel Romero Chiccllo, el padre de Kata, comentó ante los medios locales tras el acto celebrado el Florencia: "Nos dijeron que todavía no hay pistas, queremos respuestas del estado italiano, tenemos que tener respuestas, porque estamos desesperados. Han pasado demasiados días, encuentren a nuestra hija donde quiera que esté. Lo importante es buscarla, la policía se encargará del resto". La familia de la menor desaparecida lanzó un llamamiento a todas las madres y padres para apoyarles en su caso.
La desaparición de Kata es todo un misterio y despierta mucha preocupación. La pequeña de cinco años estaba jugando en el patio del edificio donde vivía, el antiguo hotel Astor, ocupado por varias familias, cuando se peleó con otros menores de su edad, según los informes. Eran las 13:30 horas del 10 de junio, pero al regresar su madre del trabajo vio que no se encontraba en el domicilio y presentó una denuncia.
Más de 20 días después, todavía no hay pistas sobre qué le pudo ocurrir a la menor. Todo apunta a que alguien se la llevó. Según recoge 'Corriere', Luca Tescaroli, fiscal adjunto de Florencia, ha apuntado en este sentido que "el supuesto secuestro podría encontrar una explicación en las relaciones conflictivas que derivaron en delitos con denuncias recíprocas, devengados en el contexto de la ocupación abusiva del hotel Astor". La actividad que había en el edificio resultaría clave, por ello se están revisando todas las cámaras de vigilancia posibles. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, como un intento de extorsión a la familia.
La manifestación de este fin de semana por la desaparición de Kata pasó por el citado hotel Astor, que fue desalojado hace unos días. La comunidad peruana de Florencia ha difundido numerosos llamamientos en las redes sociales para tratar de obtener información relevante sobre el caso. Los padres de la niña aseguran que su hija es "pequeña y dulce". "No es posible que nadie hable. Si quieren hablar, pueden llamarnos a nosotros o a nuestros abogados", han destacado en varias intervenciones, como en el programa de TV 'Chi l'ha visto?'.
Kata mide 1,15 metros, tiene el pelo y los ojos castaños y en el momento de su desaparición llevaba un pantalón largo morado, una camiseta blanca de manga corta y unos zapatos negros. Inicialmente se realizó un despliegue en las calles Maragliano, Boccherini y Monteverdi, además de en el cercano río Mugnone. Pero las batidas no han dado resultados y la familia necesita respuestas. Su caso ha traspasado fronteras. En España, SOS Desaparecidos ha activado una alerta de búsqueda en los cajeros automáticos del país, a modo de colaboración.