Emma Perkins es una mujer de Brisbane, en Australia, que estaba feliz porque esperaba a su primer hijo cuando el destino quiso jugarle una mala pasada. Comenzó a sentir cambios y dolores punzantes en los senos, pero pospuso acudir a un médico porque estaba "demasiado ocupada". Además, pensó que sería uno de los síntomas del embarazo.
Sin embargo, en julio del año pasado, cuando llevaba 12 semanas de gestación, recibió un auténtico mazazo que hizo que se le viniera el mundo encima: padecía un cáncer de mama en etapa tres. Por esta misma enfermedad ha sido recientemente operada Sarah Ferguson, la duquesa de York.
Emma reconoció al diario local 'The Courier Mail' que tuvo miedo de que "fuera terminal y no pudiera ver crecer a mi hijo". Por supuesto, también le invadió el pánico ante la posibilidad de que el pequeño no sobreviviera puesto que "me dijeron que, en realidad, el embarazo estaba alimentando el tipo de cáncer que tenía".
Perkins admitió que el diagnóstico le "robó la alegría del embarazo" porque tuvo que centrarse en superar los duros tratamientos. Para empezar, fue sometida a una intervención quirúrgica para extirparle los ganglios y realizarle una lumpectomía, es decir, quitarle el tumor y el tejido mamario anormal pero no el pecho. A continuación, recibió 16 sesiones de quimioterapia en el Mater Private Hospital de Brisbane.
En febrero dio a luz a un bebé sano llamado Owen. Con su recién nacido en brazos, aseguró que es consciente de lo afortunados que son al estar vivos los dos. Y explicó que se decantó por ese nombre porque "significa 'pequeño guerrero' y es evidente que es un luchador. Estuvo allí durante el viaje".
No sabemos si Owen vino con un pan debajo del brazo, pero sí con la mejor de las noticias. Dos meses después, los médicos le confirmaron a Emma que estaba "libre de cáncer". Recuerda perfectamente ese día, que además era el aniversario de la muerte de su madre.
Se encontraba en una tienda de regalos acompañada por su padre y con Owen. Y, abrumada por la emoción tras la llamada del oncólogo, no pudo reprimir las lágrimas: "Mi papá y yo comenzamos a llorar y a abrazarnos en medio del local".
Perkins quiso dar a conocer su historia a través de '7News' y ha sido recogida por varios medios internacionales. "Mi oncólogo dijo que, aunque la quimioterapia haya terminado, seguirá estando ahí en cada paso del camino, ya que todavía estoy en tratamiento activo", subrayó.
Consciente de la importancia que tiene la investigación, encabeza la recaudación de fondos anual para el centro hospitalario en el que fue tratada y donde nació su hijo. El director ejecutivo de la Fundación Mater, Andrew Thomas, apuntó que el año pasado se llegaron a recaudar 1,47 millones de euros en tan sólo 24 horas.
"Ahora entiendo de primera mano lo fundamental que es el equipo dentro de un hospital. Son muy necesarios para mejorar los resultados de los pacientes", concluyó Emma.