Un bombero de la ciudad estadounidense de Ocala, en Florida, ha querido compartir la bonita y conmovedora historia de cómo adoptó a la que ahora es su hija.
Según ha revelado este agente de Bomberos que prefiere mantener el anonimato en los medios de comunicación estadounidenses, él mismo encontró a la pequeña recién nacida a la que abandonaron en plena noche.
Todo comenzó el 2 de enero cuando el bombero que estaba trabajando en la estación de servicio escuchó sonar la alarma de la conocida como 'baby box'. Esta caja es un dispositivo de seguridad que se ha instalado en hospitales y estaciones de bomberos de Florida con la que se intenta evitar el abandono de recién nacidos.
"Una Baby Box es un dispositivo de seguridad provisto por la Ley de Refugio Seguro del estado y permite legalmente que una madre en crisis se entregue de manera segura y anónima si no puede cuidar a su recién nacido. Se instala un Baby Box en una pared exterior de una estación de bomberos u hospital designados. Tiene una puerta exterior que se bloquea automáticamente al colocar a un recién nacido dentro de la Baby Box y una puerta interior que permite que un miembro del personal médico asegure al recién nacido entregado desde el interior del edificio designado", explican desde la página web oficial de 'baby box'.
Escuchada la alarma de esta caja de seguridad, el hombre bajó y abrió la puerta del dispositivo y allí encontró a una bebé recién nacida envuelta en una manta rosa. "Levanté a la bebé y la sostuve. Nos miramos a los ojos y eso fue todo. La he amado desde ese momento", comenta él mismo a 'Today'.
Viendo a la pequeña, el agente que también es médico decidió llevarla hasta un hospital para que realizasen un chequeo médico y valorasen que se encontraba sana y salva. Una vez en el hospital, el bombero se ofreció al equipo médico para poder adoptar a la pequeña. “Les expliqué que mi mujer y yo habíamos estado tratando de tener un bebé durante 10 años. Les dije que habíamos completado todos nuestros cursos en el estado de Florida y que estábamos registrados para adoptar. Todo lo que necesitábamos era un niño", comenta el agente al medio de comunicación.
Una vez comprobado que la niña se encontraba perfectamente, el hombre decidió llamar a su mujer con la que llevaba intentando ser padre desde hacía 10 años. En la llamada, le comunicó la noticia y, nada más escuchar las palabras de su marido, la emoción invadió por completo a la mujer.
"Intenté no emocionarme demasiado. Mi mayor temor era que no nos pudiésemos quedar con Zoey. Fueron unos días muy estresantes", confiesa la mujer al medio. Tras largas semanas de papeleo y burocracia, el matrimonio consiguió adoptar a la pequeña a la que llamaron Zoey.
Ahora, la familia vive completamente feliz y Zoey crece sana y salva con sus siete meses de edad. Además, el matrimonio se ha querido dirigir a la madre de la pequeña asegurándola que cuidan cada día de su hija biológica y que la quieren mucho más que lo que pueden demostrar con palabras.