La esposa de Shahzada Dawood le cedió su lugar en el Titán a su hijo Suleman: tenía 'obsesión' con el Titanic

Los familiares de los cinco pasajeros del sumergible Titán, el submarino que implosionó la semana pasada al explorar los restos del Titanic en el Atlántico Norte, continúan rindiéndoles homenaje. Una de las últimas voces en hablar sobre la tragedia ha sido Christine Dawood, esposa de Shahzada Dawood y madre de Suleman, los ciudadanos pakistanís que fallecieron en la expedición.

La mujer ha revelado que estaba destinada a estar a bordo, pero que le cedió el lugar a su hijo porque "realmente quería ir" -a pesar de que luego se dijera que estaba aterrorizado por el viaje-. Christine y Shahzada habían reservado el viaje para ver el naufragio frente a las costas de Canadá desde hace mucho tiempo, pero tuvieron que cancelarlo debido a la pandemia.

Christine Dawood, la madre de Suleman, uno de los pasajeros del Titán, le cedió el lugar en la expedición

Antes de lo ocurrido con el Titán el domingo pasado, Christine, nacida en Alemania, "dio un paso atrás" porque su hijo Suleman, de 19 años, estaba muy interesado en afrontar la aventura junto a su padre. El joven se 'obsesionó' con el Titanic después de completar un modelo de Lego cuando era niño. Además, según su madre, se había marcado como meta convertirse en la primera persona en completar un cubo de Rubik en las profundidades del Atlántico Norte.

Christine ha hablado sobre su momento actual con 'BBC'. Respecto a cómo se siente al haber cedido el lugar a su hijo en el sumergible de OceanGate, la mujer apenas puede hablar: "Omitamos eso". Son muchas las personas las que destacan su entereza y su compostura ante el interminable doble duelo que afronta. Y es que ella y su hija Alina, de 17 años, se despidieron con besos y abrazos de Shahzada y Suleman poco antes de su inmersión. Ambas estuvieron en el barco de apoyo del Titán, el Polar Prince.

Alina, la hermana de Suleman y la hija de Shahzada, el apoyo incondicional de su madre

La madre y su hija creyeron que el joven y su padre estarían bien después de que se informara inicialmente que no regresaron a la superficie. "Todos pensábamos que iban a aparecer", ha destacado Christine. El "shock se retrasó unas 10 horas más o menos". La esperanza comenzó a disminuir cuando pasaron 96 horas de la desaparición del sumergible y se diluyó por completo con los informes de las autoridades, cuando se localizaron escombros y se concuyó que el Titán había implosionado. La familia barajó que pudieran haber subido a la superficie y estar a la deriva, pero a medida que avanzaba el tiempo se fueron "preparando para lo peor". Alina resistió un poco más, confiaba en dar con ellos.

Christine y Alina, quienes estuvieron presentes en una ceremonia fúnebre este domingo, se han comprometido a aprender a realizar el cubo de Rubik en honor a Suleman. La madre además tiene la intención de continuar con el trabajo de su esposo. La madre destaca el comportamiento y la fortaleza de su hija, a quien define como una "joven increíble" y "consciente de sí misma". Ambas se apoyaron tras conocer la muerte de los cinco pasajeros del Titán. Conocieron todos los detalles mientras se alojaban en San Juan de Terranova. Christine solo piensa en salir adelante y en recordar por siempre la figura de su marido y su hijo.