La localización y rescate de los pasajeros del sumergible Titán ya está en tiempo de descuento. Acabadas las reservas de oxígeno y sin confirmación de la ubicación del submarino, los responsables de la búsqueda aún no se dan por vencidos. El operativo sigue desplegado y entre los diferentes sistemas que participan en él destaca el avión P-3C Orión que ha 'escuchado' señales que podría venir del submarino. Se trata de una herramienta clave en la búsqueda de submarinos en el mar. A pesar de tener más de 60 años de antigüedad, sigue siendo una de las aeronaves más avanzados en la detección de sumergibles. Sin embargo, la búsqueda de submarinos hundidos en el fondo del mar sigue siendo un desafío.
El caso del sumergible Titan es un ejemplo de la dificultad de encontrar submarinos hundidos. Fue el P-3C Orión el que detectó las señales que podrían provenir del Titán. Pero encontrar un sumergible en el fondo del mar es una tarea complicada.
Los pulsos de sonda pueden enfrentar interferencias de diferentes capas de temperatura y salinidad en el agua, lo que permite que un sumergible se oculte debajo de ellas. Además, la tecnología de detección magnética tiene un alcance corto y solo encuentra sumergibles que están cerca de la superficie y cerca de la posición de la aeronave.
Los sumergibles también pueden evitar ser detectados permaneciendo ocultos en el "ruido ambiental del agua" del océano.
El avión P-3C Orión utiliza un sistema de sonoboyas para detectar submarinos. Se trata de dispositivos que se lanzan desde el avión y flotan en el agua. Emiten pulsos de sonar que rebotan en los objetos en el agua y regresan para ser captados por estas. Estos pulsos de sonar son recogidos por el avión y procesados para determinar la ubicación del objeto en el agua. El avión puede desplegar más de 100 de estos dispositivos de escucha en una sola misión.
El avión también cuenta con un sensor acústico propio, un radar de apertura sintética para detectar, clasificar y rastrear sumergibles en superficie y detectar periscopios a gran distancia. También tiene una torreta electroóptica/infrarroja que puede identificar gases de escape de sumergibles, un sensor electromagnético particularmente útil para rastrear las posiciones de los emisores de radar, e incluso un sistema para 'olfatear' restos de hidrocarburos.