Los tripulantes del submarino Titán necesitan un milagro. Si está atrapado, como reconoce David Pogue, excolumnista de tecnología del New York Times, que viajó en él, las posibilidades son mínimas. Su gran posibilidad parte del Instituto de las Ciencias Oceánicas (Ifremer), que ha enviado a la zona el buque Atalante. Este barco está equipado con el submarino Nautile que transporta a Víctor.
El robot autónomo Victor 6000 es su única esperanza. Capaz de descender a una profundidad de 6.000 metros, más allá de los 3.800 metros de la posición del naufragio del Titanic parece ser el único arma de rescate viable. Más aún cuando algunas hipótesis hablan de que el Titán podría estar enredado entre los restos del Titanic.
French oceanographic fleet desvela todos los detalles del Víctor 6000. Funciona desde 1999, opera de manera remota a través de un cable. Y lleva adelante tareas de observación y manipulación hasta una profundidad de 6000 metros. Diseñado específicamente para trabajos oceanográficos científicos, el sumergible está equipado con un sistema de navegación de alto rendimiento que comprende una gama de sensores conectados a un sistema de navegación inercial. bSu sistema de imagen óptica de alta resolución (foto y vídeo) asegura una óptima percepción visual del entorno.
Victor 6000 también puede generar reconstrucciones ópticas en 3D del área bajo observación. El robot está conectado a su buque madre mediante un cable electromecánico de 8.000 metros de longitud que suministra 20 kW de potencia eléctrica.
Las fibras ópticas en el cable envían los flujos de datos e imágenes a la superficie, proporcionando así acceso completo a los pilotos y equipos científicos. La sala de control, alojada en un contenedor en el barco, permite manejar el sumergible en tiempo real. En teoría, no hay límite para la duración de una inmersión, lo que significa que los pilotos pueden adoptar un sistema de guardia de 4 horas (2 personas por guardia).
Víctor 6000 tiene más de 700 inmersiones a sus espaldas, por lo que será de gran ayuda con las labores de búsqueda en el profundo Atlántico.
No estará solo. Sobre la zona trabaja un avión Boeing P-8 Poseidon de Canadá, equipado con la última tecnología para detectar objetos submarinos. Esta moderna aeronave es la que ha detectado ruidos en intervalos de 30 minutos en el área de búsqueda del submarino. También está sobrevolando el área un avión militar de vigilancia marítima Lockheed CP-140 Aurora de la Fuerza Aérea de Canadá. El gobierno canadiense ha enviado a la zona cinco barcos, entre ellos el rompehielos del Servicio de Guardacostas Kopit Hopson 1752 y el Skandi Vinland, un buque de apoyo en alta mar versátil y polivalente equipado con robots submarinos. Estados Unidos ha puesto en funcionamiento tres aviones militares Lockheed C-130 Hercules y diez helicópteros que también están peinando la zona.