David Pogue, expasajero del Titán: "Si está atrapado o tiene una fuga no hay nada que hacer"

El estadounidense David Pogue, excolumnista de tecnología del New York Times, presentador de CBS y seis veces ganador de un Emmy, viajó el año pasado en una expedición del Titan, el sumergible desaparecido el domingo en el océano Atlántico con cinco personas a bordo. Y no, al igual que David Marquet, excomandante de submarinos nucleares de la Marina de los EE. UU, -que solo habla de un 1% de posibilidades de que la desaparición acabe en milagro- confía poco en que el rescate más profundo de la historia salga bien.

David Pogue reconoce que el Titán de OceanGate tiene siete funciones diferentes para permitirle subir a la superficie y es "realmente preocupante" que ninguna de ellas haya funcionado hasta ahora. Nada se puede hacer si el submarino quedara atrapado o tuviera una fuga. Porque el submarino se abre desde fuera y no tiene cápsula de escape. El periodista reconoce que ellos también estuvieron más de dos horas perdidos. El reportero explica que los tripulantes tienen que firmar un consentimiento que exime a la empresa de culpa en caso de sufrir algún daño físico o incluso la muerte durante la inmersión.

El GPS no funciona bajo el agua

Lo que complica aún más la misión de recuperación es el hecho de que el GPS no funciona bajo el agua, ni tampoco la radio, lo que significa que actualmente "no hay forma" de comunicarse con la embarcación.

"Cuando el barco de apoyo está directamente sobre el submarino, pueden enviar mensajes de texto cortos de un lado a otro. Claramente, ya no reciben una respuesta", ha confesado Pogue, que reconoce que no es la primera vez que el Titán se pierde, pero no durante tanto tiempo. Pogue no siempre tuvo claro subirse al submarino porque este está dirigido "con un mando como el de la Xbox", aunque esto no significa que sea de mala calidad, ya que la cápsula principal de fibra de carbono ha sido codiseñada con la NASA y la Universidad de Washington. Solo que todas estas creaciones, reconoce, fallan y avanzan con el tiempo. Y como se ve, aquí un fallo es fatal.

Un antiguo periodista de la televisión estadounidense ABC ha narrado también la angustiosa experiencia vivida en el año 2000, cuando un aparato similar se atascó en uno de los propulsores del Titanic. En aquella ocasión, logró volver a la superficie.