El nivel del agua sigue subiendo en la región de Jersón por destrucción de la presa de Kajovka en más de 80 localidades. La tragedia para miles de personas ha sido aprovechada por Rusia que ha bombardeado la zona matando a dos personas. Nuestra compañera Laura de Chiclana ha sido testigo del doble drama de los ucranianos.
El panorama es desolador: agua por todas partes que cubre ya 600 kilómetros cuadrados después de que un sabotaje destruyera la presa de Kajovka cuadrados en la región de Jersón. Los miles de evacuados han tenido que sobrevivir a la inundación con más de 5 metros de profundidad y a las bombas que sigue lanzando Rusia.
La correponsal ha contado cómo en plena labor de rescate comenzaron a llover proyectiles provocando dos muertos y varios heridos, obligando a refugiarse dónde se podía. Cientos de personas están siendo evacuadas, pero otros miles siguen esperando el rescate, una situación que ha sido aprovechada por las tropas rusas.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha viajado este jueves por sorpresa a la región de Jersón para examinar en persona los daños provocados por el "desastre" de la presa de Kajovka, cuya destrucción ha anegado decenas de localidades a orillas del río Dniéper.
"Es importante calcular los daños y desbloquear fondos para indemnizar a los vecinos afectados", ha dicho en Telegram Zelenski, que tras verse con autoridades locales ha abogado por establecer un programa que permita aliviar las pérdidas económicas o incluso "reubicar empresas".
Zelenski ha aprovechado para visitar a algunos de las evacuados por las inundaciones, ante los que ha lamentado el "momento difícil" que atraviesan. "Os ayudaremos y reconstruiremos todo lo necesario", ha prometido el presidente, que ha agradecido la labor "heroica" del personal médico y de emergencias, informa su oficina.
El mandatario ucraniano, que ha abogado por "restaurar el ecosistema de la región", ha examinado durante las reuniones la situación militar en la zona afectada por las inundaciones, que Zelenski ha atribuido en estos últimos días a "terroristas" rusos. Según Kiev, la destrucción derivó de la presa derivó de la colocación de explosivos, si bien Moscú ha negado cualquier responsabilidad.
Jersón es una de las regiones ucranianas cuya soberanía reivindica ahora Rusia, que sin embargo no controla la provincia por completo. De hecho, la reconquista de la capital regional por parte de las fuerzas ucranianas fue uno de los hitos en la recuperación de las zonas ocupadas tras la invasión.