La última vez que vieron a Cameron Robbins fue la semana pasada tras saltar desde un barco a aguas de la isla de Athol, en Las Bahamas. Se encontraba de celebración con sus compañeros de clase y acababan de pasar tres días desde su graduación. El joven de 18 años, oriundo de Luisiana y prometedor jugador de beisbol, al parecer respondió al absurdo y peligroso reto de saltar al mar en mitad de la noche. Desde ese momento, nadie más ha vuelto a verle.

Desde las redes sociales, un inquietante vídeo que ya se ha convertido en viral ha generado una oleada de especulaciones sobre las circunstancias que rodean a su desaparición, con muchos de ellos apuntando a que podría haber sido devorado por un tiburón.

En el vídeo, concretamente, se ve a un joven la que identifican con Robbins nadando en el agua, ante una oscuridad casi plena, mientras se escuchan los gritos de otros jóvenes: ¡Oh, Dios mío!”, exclaman, aparentemente sin dar crédito a que verdaderamente hubiese “saltado” al mar.

Tras dar alguna brazada, el joven se queda quieto durante un breve instante y, de pronto, cambia completamente el sentido de la dirección que seguía, alejándose del salvavidas que le habían lanzado, algo que ahora, para muchos, induce a pensar que había visto algo en ese punto de lo que pretendía huir.

Con los gritos cambiando de la risa a la tensión, a partir de ese momento se pierde la pista del joven y se corta el clip de vídeo difundido por las redes sociales.

En él, además, muchos apuntan a que se aprecia una especie de movimiento en el agua, justo entre el salvavidas y él, que no han tardado en señalar que podría ser un tiburón.

A este respecto, han sido funcionarios de su centro educativo y de la Guardia Costera de los Estados Unidos los que, tal como informa ABC News, confirmaban la desaparición de Cameron Robbins tras saltar desde el barco de recreo ‘Blackbeard's Revenge’, de temática pirata, en las inmediaciones de la isla de Athol.

Según las primeras informaciones, en un ambiente festivo y en el que probablemente no faltaba el alcohol, a modo de broma le habrían retado a dar el salto, y el no dudó.

Todo ocurrió a alrededor de las 21:40 del miércoles 24 de mayo, según la Policía Real de Bahamas, que también confirmó un caso de desaparición. Ante las informaciones que comenzaron a surgir desde entonces, la Guardia Costera de Estados Unidos se involucró inmediatamente en los esfuerzos de búsqueda de lo que explicó como un desaparecido que “se cree que cayó por la borda de un curcero al atardecer cerca de Nassau”, señalando posteriormente que se trataba de Robbins.

Por mar, y con asistencia también desde el aire, comenzaba entonces una compleja operación que, dos días después, no daría ningún fruto, razón por la cual, siguiendo los protocolos previstos, se canceló la búsqueda en el lugar. La Real Fuerza de Defensa de las Bahamas, que dirigía la operación, informaba a la Guardia Costera de la suspensión de los “esfuerzos de búsqueda activa” de Robbins “a la espera de nuevos desarrollos”. Al mismo tiempo, a la familia se le trasladaba un mensaje demoledor: “Ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a la familia y amigos de Cameron Robbins”

Además, ya desde principios de esta semana, Raymond King, comandante de la Real Fuerza de la Defensa de las Bahamas (RBDF), había advertido: “Puedo decirles que el área donde supuestamente saltó un individuo es un área que también está infestada de tiburones. Es muy desafortunado”.