Claudio Trenta, un hombre italiano de 72 años, ha vivido una historia surrealista al tratar de ayudar a su vecindario y arreglar un bache que se encontraba en una de las calles de Barlassina, un pequeño pueblo en la provincia de Monza, Italia.
Una de esas calles tenía un molesto bache que dificultaba el tráfico, y al sucederse los meses sin un arreglo, Claudio decidió actuar, algo que le ha salido caro.
El hombre, un extécnico informático ya jubilado, consideraba que la situación debía arreglarse, ya que suponía un peligro para todos los vecinos. Por ello, Claudio compró un saco de alquitrán y tapó el bache, acabando con el problema en tan solo media hora.
Sin embargo, la historia no terminó ahí, como el mismo hombre denuncia en Facebook. Tras el arreglo, Claudio recibió una denuncia por parte del Ayuntamiento por haber arreglado el bache, y además, una multa económica: debía pagar 882 euros, 600 si lo hacía de inmediato, por "una obra no autorizada". Además, era obligado a destapar el arreglo para que el bache siguiera tal y como estaba.
Este hombre ha compartido su indignación en sus redes sociales, donde asegura que no piensa pagar la multa ni quitar el arreglo: "Se piensan que me están poniendo en un aprieto, pero no saben lo que se han buscado. Me han provocado, así que presentaré una contradenuncia", asegura en Facebook.