Jesús, un joven padre venezolano de 23 años, va a intentar cruzar a Estados Unidos, y con él toda la familia, de la manera más arriesgada: cruzando el río. Como él, miles de migrantes buscan en Matamoros y otros puntos fronterizos de México su oportunidad.
Aunque de momento no se han producido entradas masivas descontroladas, las autoridades locales están preparadas para esa contingencia. Así lo reconoce el alcalde de Matamoros¸ Mario Alberto López. A pesar de la expiración legislativa de las devoluciones en caliente desde Estados Unidos, este país mantiene sus fronteras cerradas a quienes no tengan los papeles en reglas.
En ese caso, se enfrentan igualmente a la expulsión y a duras sanciones, así que las mafias siguen aprovechándose de los sin papeles. Y aunque las autoridades estadounidenses han implantado un cupo de 360.000 ingresos por motivos humanitarios, la aplicación para conseguir una de dichas plazas está colapsada, disparando la desesperación entre los migrantes.