Sam Messina, un estadounidense de 26 años, ha narrado cómo hace unos años un estornudo casi acaba con su vida. Este joven de Estados Unidos se encontraba acostado en la cama cuando un estornudo le provocó una hemorragia en la nariz.
“Mi cerebro prácticamente explotó y el coágulo salió de mis fosas nasales”, narra el joven, que asegura que el estornudo le provocó "un derrame cerebral, así que me desmayé y casi debería haber muerto”.
Antes de quedar inconsciente, logró llamar a su madre y a su novia, que fueron las que le encontraron inconsciente en su apartamento.
El joven asegura que el incidente le cambió la vida. Sam se encontraba estudiando en la universidad y tuvo que dejarla para someterse al procedimiento. Se sometió a tres cirugías para eliminar el coágulo de sangre que tenía en la cabeza y tuvo que recibir 27 grapas.
Sam estuvo durante un mes recuperándose del susto, que asegura le hizo "volver a encarrilar su vida". El episodio médico "desvió su vida" pero "en realidad, me empujó a donde tenía que estar".
Tras recuperarse por completo, regresó a la universidad y poco después creó su primera empresa, Moouse Media, que lleva el nombre de su apodo universitario, Moose, según recoge NYPost.