El príncipe Luis es transparente y no es la primera vez que lo demuestra. En la coronación de Carlos III, plagada de anécdotas interesantes, desde esa figura que parecía la muerte, a los problemas de Katy Perry para encontrar sitio, ha hecho el gesto más natural que se recuerda de toda la celebración.
Este es el primer gran evento al que ha asistido el menor de los tres hijos de los herederos a la corona británica, ya que no asistió al funeral de su bisabuela, Isabel II, en septiembre.
Incluso el tema de los dedos salchicha del rey Carlos III han vuelto a salir a la luz. Pero ha sido de nuevo el hijo menor del príncipe Guillermo y Kate Middleton el que ha logrado llevarse la imagen de la ceremonia con su bostezo sin tapujos. Luego ya en el balcón se le vio más divertido, hasta que su madre Kate le llamó la atención. El pequeño hizo lo que muchos desearon: bostezar durante la larga ceremonia de dos horas de Coronación del rey Carlos sin tapujos ni vergüenzas. El pequeño, ya cansado de la misa que estaba teniendo lugar, trataba de entretenerse con su hermana, comentado las cosas que ocurrían en la catedral.
Camila, la esposa de Carlos III también se convertía este sábado 6 de mayo en reina de forma oficial pero también paso su momento de apuro. El peso de la corona hacía que la reina pasase un instante de pánico que podría haber acabado de la peor forma. Con la mano, se sostenía la corona para que esta no terminase en el suelo. Lo logró. Como ser reina. Y el príncipe Luis aguantó el tirón sin dormirse.