El Papa Francisco ha señalado que el Vaticano es parte de una misión de paz para intentar poner fin a la guerra en Ucrania, desatada el 24 de febrero de 2022 por la orden de invasión dada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, -al que hace escasas fechas la inteligencia ucraniana intentó asesinar- si bien ha recalcado que "aún no es pública".
"Hay una misión en marcha en estos momentos, pero no es pública por ahora. Vamos a ver cómo... Cuando sea pública, hablaré de ella", ha manifestado el Pontífice, que se ha desplazado a Hungría para reunirse con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el Metropolita Hilarión, antiguo 'ministro de Asuntos Exteriores' del Patriarcado de Moscú. Los ataques contra civiles en Ucrania son una constante por parte de Rusia, como mostraba hace pocas fechas entre llantos una madre en Uman, que vio cómo sus pequeños se salvaban de milagro.
"Puede imaginar que en esta reunión no sólo hablamos de Caperucita Roja, ¿no?", ha dicho, antes de hacer hincapié en que está dispuesto "a hacer todo lo que haya que hacer". "Todo el mundo está interesado en el camino hacia la paz", ha recalcado, tal y como ha recogido el portal de noticias Vatican News.
Así, ha mostrado su convencimiento en que "la paz siempre se logra abriendo canales". "La paz no puede lograrse con un cierre. Invito a todo el mundo a abrir relaciones, canales de amistad", ha señalado el Papa, que ha reconocido que "no es fácil". "Las mismas cosas que he dicho en general se las he trasladado a Orbán y en todos sitios", ha explicado.
Por otra parte, ha mostrado su disposición a ayudar en los esfuerzos para el retorno a Ucrania de los niños trasladados por Rusia a su territorio en el marco de la invasión. "La Santa Sede está dispuesta a hacerlo porque es justo, es una cosa justa y hay que ayudar, para que esto no sea un 'casus belli', sino un caso humano", ha argumentado.
"Es un problema de humanidad antes que un problema de un botín de guerra o de una transferencia de guerra. Todos los gestos humanos ayudan, pero los gestos de crueldad no ayudan. Debemos hacer todo lo humanamente posible", ha reseñado el Papa Francisco.
El Tribunal Penal Internacional (TPI) emitió el 17 de marzo una orden de arresto contra Putin y la comisaria presidencial de los derechos de la Infancia de la Federación de Rusia, Maria Alekseievna Lvova-Belova bajo la presunción de crímenes de guerra por la deportación forzada de niños ucranianos desde zonas capturadas durante la guerra de Ucrania a territorio ruso.
Alrededor de 35 personas han resultado heridas este lunes a causa de un ataque con proyectiles perpetrado por las fuerzas de Rusia contra la localidad ucraniana de Pavlograd, situada en la región de Dnipropetrovsk, según han denunciado las autoridades de Ucrania.
El gobernador de Dnipropetrovsk, Serhiy Lisak, ha indicado en su cuenta en Telegram que "34 personas han resultado heridas por un ataque con cohetes" y ha detallado que entre las víctimas hay cinco menores, entre ellos una niña de ocho años. Así, ha especificado que dos mujeres se encuentran ingresadas en unidades de cuidados intensivos y ha denunciado que "los bastardos racistas están de nuevo en guerra con gente pacífica", antes de lamentar una "noche trágica" en Dnipropetrovsk.
Lisak ha detallado que siete de los cohetes lanzados por las tropas rusas fueron derribados por las fuerzas de defensa antiaérea, antes de confirmar que una empresa dedicada a temas industriales ha sido alcanzada, lo que ha desatado un incendio. "En zonas residenciales han sido alcanzados 19 edificios de varias plantas, 25 casas privadas, seis escuelas y centros educativos de preescolar y cinco tiendas", ha denunciado. "Todos los servicios trabajan en los lugares afectados", ha zanjado.
Horas antes, las autoridades ucranianas habían activado una alerta aérea generalizada por la amenaza de ataques rusos en varios puntos del país. La alarma sonó en las regiones de Sumy (norte), Poltava, Jarkov (este), Dnipropetrovsk, Zaporiyia, Donetsk, Nikolaev, Jersón y Odesa (sur), según ha informado la agencia ucraniana de noticias UNIAN.
El viernes 25 personas murieron en una zona residencial de Dnipró en un acto similar. Los ataques que matan, hieren y aterrorizan a civiles parecen indicar un cambio en la estrategia de Rusia ante la anunciada ofensiva ucraniana. Una ofensiva que siguen preparando ahora con el ataque a este tren dentro de Rusia, en la región de Bryansk. Los ucranianos habrían hecho descarrilar y destruir parcialmente este convoy en la región de Briansk. Este fin de semana destruían un deposito de combustible en Crimea, tratando de hacer daño a los suministros con los que cuenta Rusia para hacerles frente en las próximas semanas.