Zoe Bailey, una joven de Manchester, Inglaterra, lleva años sufriendo endometriosis. Ya desde pequeña, la joven sufría calambres menstruales casi insoportables, pero no fue hasta 2013 hasta que fue diagnosticada con esta afección. Ahora, narra su historia para concienciar a la sociedad y para pedir ayuda.
En 2015 Zoe fue diagnosticada con endometriosis. La endometriosis suele generar un dolor limitante durante la menstruación, "que a menudo se normaliza erróneamente como algo natural en dicho ciclo", advierten los expertos. El dolor de Zoe era tan fuerte que tuvo que renunciar a su trabajo porque su enfermedad no le permitía hacer vida normal. En ese año se sometió a una cirugía y los médicos le confirmaban que todo salió bien y que los síntomas cesarían.
En 2018 fue trasladada de urgencia al Hospital St. Mary’s en Manchester tras sufrir otra vez un dolor insoportable. Sin embargo, tras ese ingreso en el hospital su vida cambió. Al despertar, a la joven le habían extirpado ambas partes del cuello uterino y el útero. “No esperaba que me extirparan nada de mi cuerpo ese día, pero los médicos dijeron que no tenían otra opción debido a la gravedad de mi condición”, explica Zoe, según recoge NYPost.
Tras esa cirugía a la que se sometió sin previo aviso, los médicos le explicaron que ya no podía quedarse embarazada si no era mediante fecundación in vitro, algo que dejó totalmente devastada a la joven.
"Estaba tan molesta y enojada, más aún por el hecho de que me habían dicho que no había posibilidad de que (la endometriosis) pudiera regresar, ya que me sometí a una cirugía para extirparla".
Además, en esa operación, tuvieron que realizarle una ileostomía, y la joven se despertó con una bolsa implantada para permitir el paso de heces.
El año pasado, en febrero de 2022, la joven fue a operarse para que le revirtieran la ileostomía, "ya que solo debía ser temporal para dejar que mi intestino descansara del trauma", explica. Sin embargo, durante la operación, los médicos comprobaron que la temida endometriosis había regresado por cuarta vez.
Los médicos han asegurado a Zoe que la única manera de vivir una vida lo menos dolorosa posible es sometiéndome a una histerectomía. Esto significa que sería incapaz de producir óvulos y no podrá tener un bebé genéticamente suyo. Para la joven es algo devastador y por ello pide ayuda a través de Go Fund Me, para poder congelar sus óvulos antes de someterse a la cirugía.