Andalucía investiga la trazabilidad del proceso en las fecundaciones para descartar más casos erróneos
El Defensor del Paciente pide una "investigación exhaustiva" de las fecundaciones realizadas en Cádiz
Salud ha descartado, por el momento, que haya más casos relacionados con esta causa
No se descarta un segundo error en la fecundación asistida en el hospital Puerta del Mar de Cádiz
El caso de los errores en fecundaciones in vitro se complica. Salud ha matizado el sentido de las palabras de Luis Martínez, director general de Asistencia Sanitaria y Resultados en Salud del Servicio Andaluz de Salud (SAS), y ha negado que exista la confirmación de un segundo caso de fecundación in vitro "errónea" por las mismas fechas que el conocido esta semana en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz.
Lo que sí está haciendo la Sanidad andaluza es evaluar la trazabilidad del proceso y el cumplimiento de los protocolos establecidos para este tipo de intervenciones, después de que se conociera que una pareja había dado a luz a un bebé cuyo padre no era el biológico por un presunto error en la fecundación in vitro realizada en el Hospital de Cádiz. El mismo abogado de la familia, que pide un millón de euros de indemnización, señalaba la posibilidad de más casos.
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La asociación El Defensor del Paciente, a través de su presidenta Carmen Flores, ha solicitado al Fiscal Superior de Andalucía que realice "una investigación exhaustiva" de las fecundaciones in vitro que se han realizado en el Hospital Puertas del Mar de Cádiz para determinar "en número" los "errores" que pudieran haberse cometido y así depurar responsabilidades al respecto.
La historia del primer caso comenzaba en 2019 cuando el matrimonio fue incluido en lista de espera para un proceso de reproducción asistida en el Hospital de Cádiz. Dos años después se llevó a cabo la fecundación in vitro y la transferencia embrionaria, un proceso que fue "exitoso". Esta familia decidió someterse en febrero de este año a una prueba de paternidad, debido a "los reiterados comentarios familiares de la falta de parecido físico entre el niño y su padre". El resultado de los análisis determinaron que el menor no era hijo biológico del padre, aunque sí de la madre.
En una entrevista con Informativos Telecinco, Ignacio Martínez, abogado de la familia, explicaba que el descubrimiento surgió "en una reunión donde se comenta el escaso parecido con el padre, en un contexto de una fecundación in vitro. Allí había una persona con conocimientos médicos que al ver los grupos sanguíneos les dijo que era imposible que hubiera una doble filiación".
Los posibles errores: trazabilidad, toma de muestras o una tercera causa
Martínez ha explicado que la investigación aún se encuentra en fases "muy preliminares" porque el proceso es "muy minucioso" para "no saltarnos ningún paso" y "no cometer errores en la trazabilidad", aunque van a intentar esclarecer lo sucedido "lo más rápidamente posible".
En lo que se refiere a las causas que han suscitado el "error" en la fecundación in vitro, ha argumentado que, "desde el punto de vista científico, siempre hablamos de tres cosas, o que haya fallado la trazabilidad o que haya fallado la toma de muestras o que haya una tercera causa".
Preguntado sobre el que se haya producido un intercambio en las muestras de semen de los progenitores, el responsable de Salud se ha mostrado sorprendido por esta idea, al considerar que sus secuenciadores genéticos son "extremadamente pulcros en estas cosas" porque son situaciones "muy sensibles y afectan a las personas".
"Se tarda tiempo en elaborar protocolos serios, que se ponen en funcionamiento después de los pilotajes correspondientes, y que haya una variación en eso nos resulta extraño, por eso estamos investigando las causas y buscando cuales pueden ser los fallos que hayan podido haber en ese caso", ha manifestado.
Martínez ha señalado que los protocolos se adecuan "a cada centro" porque cada uno de ellos cuenta con "máquinas específicas para determinadas cosas". "Hay que adecuar los protocolos a cada uno de los procesos y de los centros porque no son los mismos los profesionales que hay en los distintos hospitales, con lo cual tampoco es lo mismo los servicios ni tienen que ser los mismos los protocolos", ha añadido.
El defensor del paciente pide una investigación exhaustiva
Cabe recordar que el Defensor del Paciente hacía pública esta semana la denuncia de un matrimonio que había descubierto que el bebé que habían tenido por fecundación in vitro no era hijo biológico de su padre, una situación que se ha replicado en un segundo caso del que no se tienen datos al respecto.
Además, el Defensor del Paciente ha solicitado al Fiscal Superior de Andalucía que realice "una investigación exhaustiva" de las fecundaciones in vitro que se han realizado en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz para determinar "en número" los "errores" que pudieran haberse cometido y así depurar responsabilidades.
Así es el protocolo
Según el Servicio Andaluz de Salud, para que una mujer o pareja pueda optar a las diferentes técnicas de reproducción asistida en un hospital público debe cumplir con los siguientes requisitos que explica el propio hospital Puerta del Mar:
- Edad mínima de 18 años y máxima de 40 años con plena capacidad de obrar.
- Edad del varón no superior a los 55 años en el momento del inicio del estudio de esterilidad.
- No tener ningún hijo previo y sano. En el caso de las parejas, no tener ningún hijo previo y sano en común.
- La mujer o cualquier miembro de la pareja no puede tener ningún método de esterilización voluntaria como la vasectomía o la ligadura de trompas.
- La mujer o la pareja no pueden tener embriones congelados en cualquier centro.
- El índice de masa corporal (IMC) debe ser mayor de 19 y menor de 32.
El primer contacto con el sistema sanitario que realizan las personas con problemas de esterilidad suele ser de carácter informativo, bien ante su especialista en medicina de familia, bien ante profesionales de la ginecología. De esta consulta puede derivarse la realización de un EBE (Estudio Básico de Esterilidad). Según informa el diario de Cádiz, que explica el protocolo del hospital Puerta del Mar, este proporciona información sobre la etiología de la esterilidad y orienta el tratamiento. Se realiza en 2-3 visitas mediante una serie de pruebas específicas.
En función del diagnóstico, se decide la indicación de una técnica básica o si debe remitirse a la mujer o pareja a unidades de RHA de referencia, para la aplicación de técnicas avanzadas. Entre ellas se encuentra la inseminación artificial con semen de la pareja, inseminación Artificial de donante o Fecundación in Vitro/Microinyección intracitoplasmática de espermatozoides_FIV/ICSI.
Fases de la Fecundación in vitro
La fecundación in vitro es un tratamiento requiere de mucha paciencia por parte de la pareja. Consta de diversas fases que exponemos a continuación, según la web especializada saludonnet.com
1. Estimulación ovárica. Consiste en la inducción en la mujer de una ovulación múltiple a través de medicación hormonal (administración de inyecciones diarias de las hormonas FSH y HMG). Lo que se pretende es conseguir más de un ovocito por ciclo, aumentando de este modo las probabilidades de conseguir un embarazo por reproducción asistida. Tiene una duración de entre 8 y 14 días, comenzando generalmente el segundo o tercer día de la menstruación. A lo largo del tratamiento es frecuente la realización de controles de sangre y ecográficos para conocer la maduración folicular y así saber cuándo es el mejor momento para extraer los óvulos en el caso de fecundación in vitro o de inseminarlos artificialmente. De esta forma se lleva a cabo la inhibición hipofisaria (se suprimen la gonadotrofinas endógenas que fabrica la hipófisis), para evitar cualquier posible interferencia de las hormonas internas de la mujer que puedan hacer fracasar el proceso.
La estimulación ovárica permite tener más de un óvulo fecundable. Un 15% de las mujeres que recurren a la reproducción asistida tienen gemelos o mellizos por este motivo.
2. Punción ovárica. Se realiza cuando se considera que ya existe un número importante de óvulos maduros se realiza la punción ovárica, previa sedación y en quirófano.
3. Preparación del semen. En el laboratorio se seleccionan los espermatozoides que tengan más calidad, independientemente de si son de la pareja o de un donante extraídos de un banco de semen.
4. Fecundación de los óvulos. Una vez se obtienen los óvulos y los espermatozoides (mediante recogida de muestra de semen de la pareja o semen de donante), se realiza la inseminación en un laboratorio. Se puede hacer de dos formas: de manera convencional (colocando un óvulo, rodeado de espermatozoides, en una placa de cultivo) o mediante microinyección Intracitoplasmática (ICSI) (inseminación de un óvulo mediante la microinyección de un espermatozoide en su interior, con lo que sólo se necesita un espermatozoide por óvulo).
El óvulo una vez fecundando se convierte en un preembrión y se transfiere útero para que continúe su desarrollo.
5. Cultivo embrionario. Los embriones que han resultado de la fecundación son observados durante días en el laboratorio.
6. Transferencia de embriones. Introducción de los mejores embriones dentro del útero materno.
7. Congelación de los embriones restantes. Se realiza para evitar tener que realizar una nueva estimulación ovárica, en el caso de que la fecundación in vitro no salga adelante.
Causas de una fecundación in vitro más comunes, según la web especializada Mayo Clinic
- Daño u obstrucción en las trompas de Falopio. El daño o la obstrucción en las trompas de Falopio dificulta la fecundación de un óvulo y el recorrido del embrión hacia el útero.
- Trastornos de la ovulación. Si la ovulación es poco frecuente o ausente, hay menos óvulos disponibles para la fecundación.
- Endometriosis. La endometriosis ocurre cuando tejido similar al revestimiento del útero se implanta y crece fuera del útero, lo que con frecuencia afecta la función de los ovarios, el útero y las trompas de Falopio.
- Fibromas uterinos. Los fibromas son tumores benignos en el útero. Son frecuentes en mujeres de entre 30 y 40 años. Los fibromas pueden interferir en la implantación del óvulo fecundado.
- Esterilización o extracción previa de las trompas. La ligadura de trompas es un tipo de esterilización en la que se cortan o bloquean las trompas de Falopio para evitar el embarazo de forma permanente. Si quieres quedar embarazada después de una ligadura de trompas, la fertilización in vitro puede ser una alternativa a la cirugía de reversión de la ligadura de trompas.
- Producción o función afectadas del esperma. Los espermatozoides pueden tener dificultades para fecundar un óvulo si en el esperma hay una baja concentración de estos, si presentan movilidad débil (movilidad deficiente) o si presentan anomalías en su tamaño y su forma. Si se presentan anomalías en el semen, es posible que sea necesario hacer una consulta a un especialista en infertilidad para determinar si hay problemas corregibles o si existen problemas de salud subyacentes.
- Infertilidad inexplicable. La infertilidad inexplicable significa que no se encontraron causas de infertilidad a pesar de la evaluación de las causas frecuentes.
- Trastornos genéticos. Si tú o tu pareja corren el riesgo de transmitirle algún trastorno genético a tu hijo, podrían ser candidatos a una prueba genética de preimplantación, un procedimiento que implica la fertilización in vitro. Luego de que se obtengan y se fecunden los óvulos, se los examina en busca de ciertos problemas genéticos, aunque no se puedan detectar todos. Los embriones sin problemas identificados se pueden transferir al útero.
- Conservación de la fertilidad para prevenir el cáncer u otras afecciones médicas. Si estás por comenzar un tratamiento para el cáncer, como la radiación o la quimioterapia, que podría afectar tu fertilidad, la fertilización in vitro para la conservación de la fertilidad puede ser una opción. Las mujeres pueden someterse a una extracción de los óvulos de los ovarios y congelarlos sin fecundar para su uso posterior. De igual manera, se pueden fecundar los óvulos y congelarlos como embriones para su uso posterior.
- Las mujeres que no tengan un útero funcional o para quienes el embarazo represente un riesgo grave para la salud podrían elegir la fertilización in vitro y utilizar a otra persona para llevar a cabo el embarazo (portadora gestacional). En este caso, los óvulos de la mujer se fecundan con espermatozoides, pero los embriones resultantes se colocan en el útero de la portadora gestacional.