Consternación en Soweto, localidad situada al suroeste de Johannesburgo (Sudáfrica), por un crimen macabro. Dos niños, identificados como Nqobile Zulu y su amigo Tshiamo Ramanye, de cinco y seis años respectivamente, fueron brutalmente asesinados y mutilados por un individuo, antes de que las autoridades encontraran sus restos este jueves. El atacante sigue huido. Todo ocurrió después de que la abuela del segundo de los menores les dejara a ambos jugando en la calle.
Los cuerpos de los niños fueron localizados en lugares separados. Habían sido mutilados en un espantoso ataque, ya que les encontraron con la nariz, los labios y los genitales cortados. La Policía de la provincia de Gauteng mantiene abierta una investigación: entre la población local y de otras regiones hay gran preocupación por la posibilidad de que se trate de un asesino en serie, ya que se han registrado otras desapariciones de niños, recogen medios como 'Daily Mail'.
Los vecinos y portavoces de las comunidades piden en estos momentos prestar una mayor atención a los niños: "Con demasiada frecuencia, hemos escuchado casos de niños pequeños que desaparecen. Y la mayoría de las veces aparecen muertos", destaca Crezane Bosch, una de las voces que se ha pronunciado. Se ha realizado un llamamiento para que cualquier persona con información sobre la muerte de los jóvenes contacte con las autoridades locales. Los agentes de todo el país están en alerta: La violencia contra los niños "es un flagelo que no se puede tolerar".
Se están movilizando recursos para rastrear la zona de Guateng y encontrar al perpetrador -o perpetradores- de los brutales ataques contra menores. Para ellos piden el "mayor castigo" que se pueda aplicar. Panyaza Lesufi, primer ministro de la provincia, visitó a las familias en duelo el jueves por la noche y describió los asesinatos como "más que bárbaros". "Lo que ha pasado es repugnante. No debe ser tolerado. Los perpetradores deben ser perseguidos", sentenció.