Nizar Issaoui, de 35 años y exjugador del equipo Union Sportif de Monastir, ha muerto el viernes en la Unidad de Grandes Quemados de Túnez días después de inmolarse en protesta por ser acusado de “terrorismo” por las autoridades.
El futbolista, que actualmente no militaba en ningún equipo, denunció ante las autoridades a un comerciante de fruta que vendía plátanos al doble del precio fijado por las autoridades. Estos le interrogaron por “terrorismo”, dijo Issaoui en un vídeo en directo publicado en sus redes sociales antes de inmolarse frente a la jefatura de Policía.
Issaoui se inmoló el lunes en la región de Kairouan y sufrió graves quemaduras de tercer grado. Inicialmente, ingresó en el Hospital de Kairouan, pero tuvo que ser trasladado a la Unidad de Grandes Quemados de Túnez, donde falleció el viernes.
"Ya no me queda energía, que el Estado policial sepa que la pena se ejecutará hoy mismo", había dicho en sus redes antes de inmolarse.
En su funeral, que tuvo lugar en su ciudad natal Haffouz, las fuerzas de seguridad utilizaron gas lacrimógeno para dispersar a una multitud de personas que habían acudido a denunciar la muerte del jugador, según varios medios locales.
Mientras esperaban a que llegase el féretro, se escucharon gritos expresando: "Con nuestra sangre y nuestra alma nos sacrificamos por ti Nizar".